Rigoberto ayuda a personas en memoria de su hija Roxana
Desde antes ya se dedicaba a llevar ayudas a personas necesitadas, y tras la epidemia ha enfocado su trabajo humanitario a llevar implementos como mascarillas, guantes, alcohol.
Rigoberto lleva en su sangre el altruismo. Con mucho esfuerzo ha creado la Fundación Samaritanos de los Pobres que busca llevar alivio a las personas más necesitadas.
La memoria de una de sus hijas que perdió la batalla contra el cáncer, ha sido la motivación para llevar adelante su obra de caridad. El tiempo libre en su trabajo lo dedica a las tareas de la fundación en beneficio de las personas de escasos recursos económicos.
Su lema es “Sin política ni religión, juntos podemos hacer más”, solo ayudar a quien más lo necesite. En esta emergencia por la pandemia del COVID-19, Rigoberto ha entregado más de 3,000 mascarillas a policías, soldados y gente que las necesita para no contagiarse.
Se le suman 1,000 pares de guantes, 30 galones de alcohol, 300 botellas de agua, 1,000 bolsas de agua, 60 pizzas, 100 campos antibacteriales y 39 pares de botas tácticas para que “los agentes policiales puedan cumplir con su misión de servir a la gente”, según Rigoberto.
Policías se han quejado en redes sociales de que la mayoría de ocasiones tienen que comprar sus mascarillas, porque la corporación policial no les ha proporcionado ningún equipo de protección para evitar el contagio del virus COVID-19.