La mañana del jueves era fría en Bogotá, Colombia, y Anko – para entrar en calor – inició su presentación como nuevo presidente de Avianca con una broma: – “Veo que el video que se filtró ha generado esta gran convocatoria de periodistas (se refería a un extracto de un material audiovisual en el que se abordaban en una reunión privada la difícil situación financiera de la aerolínea y las medidas para enfrentarla )”. Las carcajadas fueron inevitables.
Acto seguido, se presentó. Su nombre completo es Anko van der Werff. De origen holandés, jovial y con un español fluido, él prefiere que le llamen Anko, por que pronunciar lo demás es muy complicado.
Es el nuevo presidente de la compañía desde junio pasado, nombramiento que se dio en medio de una transición de mandos en la junta directiva de la empresa, pero fue presentado públicamente hasta el jueves 29 de agosto antes unos 50 periodistas procedentes de diferentes países de América Latina.
En su primera intervención pública, Anko se refirió a las cinco principales ejes que trabajan en la actualidad, en un plan denominado “Avianca 2021”, que no sólo busca rescatar a la empresa, si no también mantenerla competitiva.
La principal iniciativa es el rescate y saneamiento de la situación financiera, lo que más ha preocupado a inversionistas, proveedores y acreedores en los últimos meses.
Se estima que la deuda de Avianca asciende a unos 5,000 millones de dólares, según su último informe financiero con corte del 30 de junio anterior. En el primer semestre de 2019, la aerolínea reportó pérdidas por 475 millones de dólares, mientras que en el mismo período de 2018 sólo perdió 31 millones.
La devaluación de las monedas latinoamericanas frente al dólar ha sido otro factor que ha impactado a la compañía, debido a las conversiones y devaluaciones. A lo que se suma el precio volátil del combustible, lo que representa alrededor del 30 % del gasto de operaciones de la compañía.
Para atajar esto, en la búsqueda de rentabilizar la operación, la empresa ha logrado acuerdos con bancos, acreedores, proveedores y arrendadores de aviones para renegociar deudas y fechas de pagos, de manera que cumplan con todos los compromisos pendientes. Algo que han logrado, afirma Anko.
En las últimas semanas, la compañía lanzó una oferta de intercambio de bonos por 550 millones de dólares que se vencen en 2020, por otros con plazo a mayo de 2023. Hasta el jueves, más del 50 % de éstos ya habían sido colocados.
“Entendemos las preocupaciones, pero estamos trabajando con mucha calma, diligentemente”, añadió Adrián Neuhauser, el nuevo director financiero de Avianca, también presentado el jueves en Bogotá.
Otras medidas
Sumado a la anterior, la compañía ejecuta otras medidas que buscan reducir costos y ser más eficientes.
Una de estas acciones es la “simplificación” de la flota, es decir la venta de aviones pequeños, con lo que se ahorran gastos en mantenimiento y entrenamiento de personal.
A la fecha, Avianca ya vendió 39 aviones de este tipo, entre los que se encuentran los ATR-300 (algunos de estos eran utilizados para vuelos regionales, como el de San Salvador – Managua, por ejemplo).
La otra acción que ejecutan es la “reevaluación” de las rutas, con lo que han suprimido aquellos viajes que no les resultaban rentables. En lo que va de 2019, han sido eliminadas 25 rutas, algunas en Estados Unidos y en Suramérica.
Al respecto, Anko aclaró el jueves que no suprimirán más allá del 10 % de sus vuelos. Actualmente, la compañía opera 130 rutas en América y en Europa.
Y un tercer punto para ganar más solvencia ha sido la venta de aerolíneas regionales, como Sansa (vuelos domésticos en Costa Rica) y La Costeña (en Nicaragua); así como dejar la participación en otros negocios, como centros de contacto a clientes y agencias de viaje.
El cliente
Una vez enfocados en los escollos financieros, Avianca da el siguiente paso: La atención al cliente, en la mejora de los tiempos de salida de los vuelos, en el manejo de los equipajes y en el servicio abordo de las aeronaves.
Avianca también trabaja en iniciativas para ofrecer vuelos más económicos (cuyos descuentos oscilarán entre un 20 y 25 % sobre los precios actuales), bajo un modelo de flexibilidad y personalización, según las necesidades de cada pasajero, añadió Anko, quien recientemente estuvo en el aeropuerto Monseñor Óscar Romero, en Comalapa, para conocer los avances de las obras de construcción de nuevas salas de espera para pasajeros. Se mostró satisfecho con la operación en El Salvador.
Y ya para terminar su presentación, a manera de corolario, el nuevo presidente de la principal aerolínea de la región remató: “Queremos volver a lo básico, reenfocarse en lo hacen bien, en un año que aunque difícil, es especial”. En diciembre, Avianca cumplirá 100 años.