La torta guerrillera y los hotdog descalcetados son parte del menú que ofrece Snacks de Mamá Tere, en Atiquizaya, Ahuachapán, un negocio que comenzó como un emprendimiento en festivales gastronómicos y colocándose en las calles con un carretón, hasta transformarse en un negocio formal, como parte de los sueños que tenía desde pequeña su propietaria, Elia María Góchez.
Los nombres de los productos se deben sobretodo a la forma de prepararlos y cantidad y mezcla de los ingredientes que llevan como parte de la receta secreta; además, para atraer la atención de los clientes del establecimiento, que abrió sus puertas oficialmente el 25 de enero en el barrio El Ángel, tras 13 años de que Elia comenzó a vender únicamente enchiladas en las calles.
La joven proviene de una familia emprendedora, dedicada a la comercialización de productos de primera necesidad para el hogar. Sin embargo, a ella siempre le llamó la atención la cocina. El nombre de su iniciativa es en honor a su madre y bisabuela, Ana Teresa Barrera y María Teresa de Solís.
A los 9 años estudiaba en una institución educativa de Santa Ana, por lo que siempre, junto a sus familia, salían a las 5:00 de su mañana de la casa, en Atiquizaya, e iban a desayunar a un comedor de la ciudad antes de entrar a clases.
El almuerzo lo hacían en el mismo lugar, donde nació el interés por cocinar. En las vacaciones le pedía a sus padres que la llevaran al lugar para ayudarle a la propietaria.
Por más de cinco años estuvo yendo a ese negocio donde aprendió lo necesario para, años después, comenzar su emprendimiento.
En el 2007, cuando inició a vender enchiladas, estudió durante ese año panadería y cocina, talleres que fueron impartidos por el Centro para el Desarrollo Productivo de la Mujer, una dependencia municipal.