Ataque contra presunto sicario también acaba con vidas de un comerciante y su empleado

Las víctimas fueron acribilladas junto con un exmilitar que tenía un proceso judicial abierto por estar vinculado a un grupo de exterminio. El triple homicidio fue en Sacacoyo

Una de las personas asesinadas enfrentaba un proceso judicial por el delito de homicidio, pero estaba en fase de confianza y tenía colocado un brazalete electrónico.

Por Diana Escalante

2019-10-04 4:40:40

Un exmilitar quien tenía un proceso judicial abierto por estar vinculado a un grupo de exterminio de pandilleros, fue acribillado el jueves junto a un comerciante y su ayudante. Los crímenes los cometieron cuatro hombres en el cantón El Tigre, del municipio de Sacacoyo, La Libertad.

Salvador Zepeda Polanco, de 49 años, y su empleado (no identificado) de unos 33, llegaron al mediodía en pick up a un pequeño negocio en busca de comida. Ahí ya estaba almorzando Eduardo Castillo Calles, alias “Limonada”, de 54.

Él estuvo en prisión por el delito de homicidio en perjuicio de varios supuestos pandilleros. En julio, pasó a la fase de confianza y salió en libertad condicional, pero era monitoreado a través de un brazalete electrónico.

Testigos declararon que, segundos después de que el comerciante y su empleado se bajaran del vehículo, cuatro hombres que vestían ropa oscura, intentando simular que eran policías, llegaron en un carro y se bajaron para acribillar a Castillo.

“Él (Castillo) estaba pagando una pena por homicidio, estaba en fase de confianza y tenía brazalete. Suponemos que el ataque era para él, porque los otros dos no eran delincuentes”.

Jefe policial de Sacacoyo,

Antes de marcharse los delincuentes decidieron asesinar a Zepeda y a su acompañante. Las autoridades sostuvieron que ellos dos no tenían antecedentes delincuenciales ni habían recibido amenazas, por lo que se presume que fueron víctimas circunstanciales, pues les habrían disparado solo por haber sido testigos del ataque.

El cadáver del exsoldado quedó dentro del establecimiento mientras que los otros hombres habrían intentado protegerse pero fue en vano. Uno de ellos quedó atrás del carro en el que se transportaban y el otro detrás de una mesa.

De los delincuentes la Policía dijo tener poca información. Únicamente se sabe que cometieron los crímenes con fusiles M-16, AK-47 y pistola calibre 9 milímetros.

El sonido de los disparos rompió la aparente calma en la que viven decenas de familias del cantón El Tigre, que está rodeada de grandes extensiones de terreno que colindan con el municipio de Ciudad Arce y que son utilizada para el cultivo de granos básicos y hortalizas.

Cuando los pobladores creyeron que ya había pasado el peligro, empezaron a salir de sus casas para acercarse a la escena del triple homicidio. Ahí descubrieron con pesar que entre los muertos estaba Salvador y su ayudante, quienes eran muy conocidos y estimados en la zona.

El comerciante, quien también se dedicaba a la agricultura, residía a pocas cuadras de donde fue asesinado. Sus parientes se limitaron a decir que no tenía problemas con nadie y que era un hombre muy entregado a su trabajo.

La otra víctima habitaba fuera del cantón; hasta las 5:00 de la tarde, las autoridades no la habían logrado identificar porque sus parientes no llegaban a reconocerla.

Exmilitar habría matado a seis pandilleros

Un jefe de la Policía que llegó a la escena confirmó que Eduardo Castillo Calles prestó servicio militar cuando estaba joven y años después se involucró con estructuras dedicadas al sicariato, principalmente de pandilleros.

A él y a otros integrantes de esa agrupación (algunos están en prisión y otros gozan de libertad condicional) las autoridades les atribuyen no menos de seis asesinatos de pandilleros, quienes fueron ultimados hace un par de años.

Algunos pobladores relataron que “Limonada” no era oriundo del cantón, pero ya tenía muchos años de residir ahí. Antes de que fuera capturado por el delito de homicidio él se dedicaba a alquilar terrenos de la zona para luego cultivarlos, de eso se ganaba la vida.

En el cantón El Tigre siempre ha habido presencia de la Mara Salvatrucha, según la Policía y los pocos pobladores que se atrevían a hablar mientras observaban a las autoridades procesar la escena.

Hasta hace unos años, el lugar era conflictivo pero varios delincuentes fueron capturados y a otros los mataron, algunos de ellos murieron a manos del grupo de exterminió al que pertenecía Castillo, señalaron las autoridades.

Los pobladores temen que el triple homicidio de este jueves desencadene nuevos hechos de violencia en el cantón y esperan que las autoridades incrementen los patrullajes de policías y militares.