El arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas reveló ayer en conferencia de prensa, que las autoridades eclesiales suspendieron al sacerdote Leopoldo Sosa Tolentino, del cargo de la parroquia Inmaculada Concepción de Santa Tecla, tras ser señalado de delitos sexuales contra la niñez salvadoreña.
La medida fue tomada hace unos 20 días luego de completarse una investigación por denuncia de una persona, quien aseguró haber sido víctima de abusos sexuales del sacerdote hace 20 o 25 años.
“Solo una demanda hemos recibido de una víctima que ya tiene buen tiempo, pasa de 20 años que sucedió esto, por tanto ya está prescrito a nivel jurídico penal”, afirmó el arzobispo capitalino.
De modo que el religioso solo fue separado de su cargo pero no podrá ser procesado judicialmente pues los delitos sexuales prescribían en 20 años, según la normativa salvadoreña.
Pero una reforma que lideró la iglesia Católica y otros sectores por varios casos en que sacerdotes se habían visto implicados, la Asamblea eliminó el tope de la prescripción en 2018.
Aún con esa reforma, Sosa Tolentino no podrá enfrentar cargos penales por este caso, pues los hechos que se le imputan ocurrieron antes de la vigencia de la reforma.
“Pero para la iglesia, no hay prescripción, por eso hemos seguido el proceso y hace 20 días tuvimos la noticia, hemos tenido que hablar con uno y con otro y la Comisión de Protección de la Niñez de la Arquidiócesis que atendió a la víctima, conoció el caso y dio su reporte a la curia”, explicó Escobar Alas.
Esa instancia sugirió que se llevara adelante el proceso canónico al encontrar méritos en la denuncia, por lo que agotado el proceso, el religioso fue removido de la parroquia de Santa Tecla.
El anterior caso con hechos similares fue atribuido al cura guatemalteco, José Venancio Boror Uz, quien enfrenta dos procesos judiciales por abuso sexual en cuatro menores; en el primero está a la espera del juicio.