Un nuevo capítulo en la considerada “agria” disputa comercial que mantienen Estados Unidos y la República Popular China, comenzó este fin de semana cuando los gobiernos de ambos países anunciaron más aranceles a las importaciones.
Ayer lunes, el gigante asiático comunicó que a partir del 1 de junio impondrá aranceles a bienes importados de Estados Unidos por valor de $60,000 millones.
El ministerio de Finanzas chino indicó ayer que aumentará diversos aranceles de hasta el 25, el 20 y el 15 % sobre un total de 5,140 productos estadounidenses, entre los que se encuentra Gas Natural licuado. La lista incluye una amplia gama de productos agrícolas.
El anuncio del gobierno de Xi Jinping fue una respuesta inmediata a la última medida proteccionista adoptada por el Ejecutivo de Donald Trump, que el pasado viernes subió al 25 % el arancel a las importaciones de bienes chinos por valor de $200,000 millones aproximadamente.
China advirtió el viernes pasado que se veía obligada a tomar “contramedidas” ante la última subida arancelaria estadounidense, y Finanzas calificó la medida como “una respuesta al unilateralismo y el proteccionismo comercial”.
Estados Unidos y China rompen tregua comercial
Pekín exige un pacto que garantice la “igualdad y la dignidad” de los dos países. EE.UU. ya aumentó aranceles sobre productos chinos valorados en $200,000 millones.
En ese sentido, desde Rusia, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, advirtió este lunes los “efectos dañinos” que ha tenido “ejercer presión sobre Pekín”, y adelantó que “los intentos de EE.UU. para presionar a China sólo exacerbarán la situación en torno al acuerdo comercial”.
Pero, este mismo lunes, unas horas después del anuncio de China, Trump aseguró que tiene “derecho”, aunque “aún no ha decidido”, a aplicar aranceles a las importaciones chinas restantes por valor de $325,000 millones.
“Tenemos derecho a imponer un 25 % a otros 325,000 millones de dólares. Todavía no he tomado esa decisión”, dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca al recibir al primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
El mandatario restó importancia a esas medidas de China y al impacto sobre EE.UU., al remarcar la fortaleza de la economía del país.
“Me encanta la posición en la que estamos (…) Puede que haya represalias, pero serán menores comparadas con las nuestras. Hacemos muchos menos negocios con ellos que ellos con nosotros”, destacó el presidente Trump.
El pulso comercial entre Estados Unidos y China arrastró a todos los indicadores en la Bolsa de Nueva York en la jornada de este lunes.
Según la información, en general, Wall Street cerró con fuertes pérdidas, el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cayó un 2.38 % y el Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, tuvo su peor día de 2019 al descender un notable 3.41 %.
La mayoría de los sectores terminaron también en negativo con el tecnológico a la cabeza con un descenso del 3.71 %, seguido del de bienes no esenciales (-2.95 %) y del sector financiero (-2.87 %). El único sector que cerró la jornada en verde era el de servicios públicos, con una subida del 1.11 %.
EE.UU. sube al 25 % sus aranceles a miles de productos de China
China lamenta la decisión del país del norte y advierte con tomar "contramedidas"
Según Bloomberg, el estallido de las tensiones comerciales envió a las acciones globales a las pérdidas más pronunciadas del año, eliminando más de $ 1,000 mil millones de los valores de las acciones en todo el mundo.
Los analistas de Wall Street auguran que la volatilidad de los mercados va a persistir porque los inversores tienen miedo a que la guerra comercial afecte a la economía global.
Sobre todo después de que Trump publicase un mensaje en Twitter en que dijo que China “se sentirá gravemente herida si no hace un trato comercial”, y señaló que las empresas de EE.UU. se verían obligadas a abandonar el país sin un acuerdo.
Seguirán dialogando
Según anunció el ministerio de Finanzas chino en un escueto comunicado en su página web, el país asiático espera, pese a la medida, que las dos partes “puedan volver a sentarse a la mesa de negociaciones, trabajar juntos y encontrarse en un punto medio basándose en el respeto muto y la igualdad”.
El canciller Wang, próximo al presidente Xi , señaló que, con todo, “las negociaciones chino-estadounidenses han alcanzado un progreso serio y significativo gracias a los esfuerzos de ambas partes”.
Trump dijo ayer que se reunirá con sus homólogos de Rusia, Vladímir Putin, y de China, Xi Jinping, durante la cumbre del G20 que se celebrará el 28 y 29 de junio en Japón.