El español es uno de los actores que abrió las puertas de Hollywood al talento hispano. No solo es uno de los rostros más exitosos en la industria cinematográfica, su talento lo ha llevado a representar icónicos roles de la gran pantalla internacional.
Habiendo pasado por los festivales de cine más importantes de Cannes, Venecia y Toronto, Antonio Banderas aterrizó en Hollywood para estrenar la españolísima historia de Pedro Almodóvar“Dolor y gloria”, al mismo tiempo que aparece con otros grandes como Meryl Streep y Gary Oldman en la comedia “The Laundromat”, que se ríe del escándalo de los Panama Papers. Y en una entrevista exclusiva, hablamos sobre la polémica realidad y la ficción del cine.
¿Cuánta ficción y realidad hay detrás del humor en “The Laundromat” y el escándalo de los Panama Papers?
“The Laundromat” es una sátira. Es una película cómica detrás de la realidad pero que roza el astracán (mezcla de comedia y zarzuela, en España). Lo que ocurre es que hay unos personajes que son Jürgen Mossack (Gary Oldman) y Ramón Fonseca (el rol de Banderas) que tienen una empresa, en un lugar donde no se paga impuestos. Y ellos montan esa empresa donde hay de todo: hay personas legales que tienen sus ingresos y los colocan en estas entidades, y hay gente que no lo es. Esto también ocurre en las sociedades normales. Es decir, lo que ocurre con el tema de las tasas (impositivas), que es muy complicado.
Lo curioso es que, mirando a quienes estuvieron involucrados en los Panamá Papers, figura gente como el presidente Macri y el director Pedro Almodóvar.
Pero es que no hubo nunca nada. Hay que enfatizar esto. Tener una sociedad no es delito. Y si alguien, en un momento determinado, un asesor financiero de Pedro, pensó que trabajando en el extranjero y teniendo muchas ganancias en el extranjero podía a lo mejor, beneficiarse en algún momento determinado teniendo una empresa extranjera, pues, eso es lícito.
¿Qué opinas entonces de la ficción del cine con “The Laundromat”, más allá del humor de la historia?
Es muy complicado: (en la historia) ocurre un accidente donde muere una persona allegada a Meryl Streep y ella quiere cobrar un seguro de vida después del fallecimiento. Pero resulta que esa compañía es una empresa pantalla, que no existe, que pertenece a otra compañía que pertenece a otra compañía. Eso sí que es un montaje ya delictivo. Pero claro, (mi personaje) Ramón Fonseca no tiene nada que ver con ese delito. Ellos (con él y el personaje de Gary Oldman) solamente han puesto los elementos. Esto es lo que ocurre además en este tema.