La antigua estación del ferrocarril de Zacatecoluca, La Paz, ya vuelve a lucir como en sus mejores tiempos, cuando las poderosas máquinas arribaban con sus vagones llenos de visitantes, de productos para el comercio y hasta de ganado.
Francisco Salvador Hirezi, alcalde de esta tierra que también es la cabecera departamental de la Paz, afirmó a finales de agosto que las obras de restauración de la infraestructura estaban con un 90 % de avance y a un paso de ser inaugurada.
“Tenemos planificado inaugurarla para octubre. Estamos dando los últimos toques, los últimos acabados”, afirmó el edil viroleño sobre la estructura que formaba parte del tramo de la línea ferroviaria que partía desde el Puerto Cutuco, en La Unión, rumbo a San Salvador.
Las obras de restauración iniciaron hace casi dos años, como parte de las actividades de la Escuela de Arte y Oficios Tradicionales, un proyecto que la comuna, la Universidad de Roma III y la Cooperación Italiana impulsaron con la finalidad de capacitar a jóvenes, en situación de vulnerabilidad, en ebanistería, carpintería, forja de hierro, albañilería, sobre todo porque varios de esos oficios casi han desaparecido pero aún pueden ser una buena fuente de ingresos.
El alcalde Hirezi precisó que la restauración ha sido supervisada cuidadosamente por especialistas del Ministerio de Cultura, y en el proyecto se ha invertido alrededor de $450,000 que comprenden el aporte de la universidad en mención, de la Cooperación Italiana y la contrapartida de la municipalidad.
Según precisó, el inmueble está legalizado a nombre de la comuna desde hace unos tres o cuatro años, luego de que fue desafectado del ramal de los Ferrocarriles Nacionales de El Salvador (Fenadesal), entidad adscrita a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).
“Dadas sus características (la estación) podrá ser utilizada como un centro de desarrollo cultural, para exposiciones de pinturas, puesta en escena de algunas obras de teatro, hacer festivales gastronómicos y otras actividades sociales y culturales”, aseveró el funcionario.
Para ello en los planes del alcalde está trabajar de la mano con la empresa privada y con el Ministerio de Educación, con miras a que los estudiantes de los centros educativos hagan visitas guiadas y se tome como punto de partida para enseñarles la historia de Zacatecoluca, tierra de hombres ilustres.
El doctor Francisco Hirezi también comentó que han comenzado a hacer contactos con las autoridades de CEPA con la finalidad de solicitar una máquina que podría permanecer estacionada siempre en el terreno de la antigua estación como un recuerdo de lo que fue.
La restauración de la estructura, de acuerdo a lo externado por Hirezi, está en sintonía con los esfuerzos de crear un polo de desarrollo en ese sector de Zacatecoluca y devolver el esplendor.
La antigua estación formará parte de lo que será El Paseo San Sebastián, una ruta que cubrirá desde el templo colonial de Analco, pasará por las dos plazas, la catedral, hasta alcanzar el cementerio general de Zacatecoluca conocido como El Espino, y donde se prevé trabajar en la restauración de varias estatuas y mausoleos de valor arquitectónico.
El arquitecto Alberto José Vásquez Nochez, actual encargado de la obra de restauración, explicó que si bien en sus inicios la Universidad de Roma III desarrolló los trabajos con los jóvenes que se estaban preparando en la Escuela de Artes y Oficios Tradicionales, ya en abril de este año, cuando la escuela terminó el proceso de formación, la comuna retomó las tareas siempre en coordinación con los especialistas de la universidad pero con personal especializado que contrató para acelerar el paso.
Vásquez Nochez aseguró que lo más difícil y retador del proceso de restauración ha sido el tipo de materiales que se requirieron, porque son materiales bien puntuales que no suelen estar disponibles en el mercado nacional.
Comentó que para toda la parte del cielo falso se utilizó pino chileno, y el copinol que se empleó en las vigas y columnas tuvo que buscarse dado que acá no había de los espesores y la magnitud que se requerían, incluso por la premura se utilizaron hornos especiales para secarlos.
En el rescate de la estación también se empleó cedro para puertas, ventanales y otros acabados.
“Parte de la lámina (instalada) es la antigua que se tenía, no ha sufrido mayor desgaste a través del tiempo; sin embargo, se le está dando una capa de protección anticorrosivo y finalmente se le dará un acabado para sellarla y que dure otros cien años o más”, agregó.
El arquitecto Vásquez Nochez expresó que inicialmente se había previsto que la madera iba a quedar vista, pero junto con el Ministerio de Cultura se tomó la decisión que se le aplicará un color gris original, y las vigas serán forradas y tendrán un bisel o remate.
“Afuera de la edificación se están haciendo aceras, un pequeño teatro, y de ahí solo nos quedan obras de terracería y un cerco perimetral; pero no será un cerco cerrado sino un poco más abierto, porque al final lo que se pretende es que la edificación se luzca”, añadió.
La estación contará con iluminación led, de manera que el sitio resulte más cálido y agradable para el visitante.
El arquitecto encargado del proyecto de restauración coincidió con el alcalde Hirezi en que junto a las obras de la estación, se busca favorecer a los habitantes de la comunidad que se asentaron entorno a ese ramal del tren, y quienes después de que se dio un proceso de desafectación de las tierras de Fenadesal y se lotificó, ahora son beneficiadas con la mejora de sus viviendas a través de proyectos de otras instituciones.