El Hogar Padre Vito Guarato tiene 19 niñas, niños y adolescentes con parálisis cerebral y 100 personas más con diferentes diagnósticos como síndrome de Down, discapacidad intelectual, y niños con micro e hidrocefalia. De estos, el 99 % tiene discapacidad intelectual derivada por parálisis u otras condiciones médicas.
Las personas que están en el Hogar han sido abonadas por sus familiares, pero ahí han encontrado el cariño, cuidado y amor que necesitan.
En El Salvador, a diario se abandona a una persona con discapacidad, solo el Hogar recibe al menos tres solicitudes por día, según Marcela Montano, asesora jurídica del Hogar.
Sin embargo, aseguró que en la actualidad solo pueden aceptar a menores de edad a través de medidas de acogimiento institucional decretadas por un juzgado especializado de niñez y adolescencia o medidas administrativas de parte del Instituto Salvadoreño de la Niñez y Adolescencia (ISNA), el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (Conna) o una Junta de Protección. Desde 2012, cuando entró en vigencia la Ley Integral de Protección de la Niñez y Adolescencia, la institución no acepta a menores de edad sin que haya una resolución del sistema de protección de la niñez.
Para Cesia Amaya, coordinadora de bienestar social y atención del Hogar, el abandono de una persona con discapacidad puede darse por varias razones, pero asegura que no es justificable.
“Nada es causal para abandonar a un niño o una niña, independientemente de qué discapacidad tenga, hay cientos de personas con discapacidades incorporados en la sociedad. Si las posibilidades económicas no son suficientes para estar al pendiente se pueden buscar opciones de ayuda. Nada justifica el abandono de una persona con discapacidad”, enfatizó Amaya.
El abandono causa en las personas un grave daño emocional y psicológico, sobre todo si ya se tiene un vínculo afectivo formado. En el caso de los niños con parálisis cerebral, se cree que todos tienen discapacidad intelectual y no entienden, no obstante no siempre es el caso, como lo explica Miguel Cardona, psicólogo del Hogar.
Los expertos aseguran que se tienen varios paradigmas respecto a la población con discapacidad y uno de ellos es que se cree que no desarrollan su capacidad cognitiva, pero no en todos los casos es así y cuando son abandonados los daños son los mismos que en cualquier otra persona.
“Para las personas con parálisis cerebral que no tienen una discapacidad intelectual el hecho les afecta bastante psicológica y emocionalmente porque saben y entienden que tuvieron una mamá, un papá, una familia y que los abandonó”, refuerza Amaya.
Para los especialistas, aun se puede llegar a estado de depresión con ideas suicidas, la diferencia en las personas con parálisis cerebral es que por su falta de movilidad no tienen la posibilidad de llevarlas a cabo, pero lo expresan con enojo, tristeza, evitando comer e inclusive llorando.
“Como sociedad debemos de trabajar para entender a las personas con discapacidad, a pesar de todo sigue siendo una población olvidada y rodeada por paradigmas incorrectos, esto pasa porque no conocemos y quizás no tenemos empatía con ellos”, reflexiona Montalvo.
En el marco de la actual pandemia, la institución está solicitando donaciones de mascarillas N 95, gabachones y gorros desechables, lentes protectores, alcohol gel, papel toalla, lejías y otros productos útiles para la prevención del COVID-19, esto porque su población es mucho más vulnerable debido a que muchos tienen enfermedades respiratorias de base.
También, solicitan donaciones de víveres que pueden ser llevadas a las oficinas centrales o consultar al 2280 8292.