La última comunicación que tuvo la familia Melara Salamanca, tras ser soterrada por toneladas de tierra el miércoles en la madrugada, en Santo Tomás, derrumba a cualquiera. Una de las víctimas balbuceaba gemidos agonizantes , según lo confesaron parientes de las víctimas a través de un audio telefónico.
El celular de Jennifer Melara Salamanca, de 22 años, tuvo señal y estuvo en línea del chat de Whatsapp desde las 4:28 de la madrugada, donde se presume que ocurrió la tragedia, hasta las 4:30 de la tarde aproximadamente del miércoles. Desde entonces, se apagó y no hubo ninguna señal de vida de las siete personas.
De lo anterior da fe, Douglas Antonio Melara Mejía, familiar de las víctimas, quien afirma que en una de las innumerables llamadas que le hizo a su prima Jennifer, solo escuchaba gemidos de dolor y el ruido de un perico que tenía como mascota la familia Melara Salamanca.
“Aló, Jenny, ¡me escuchan!, en el nombre de Jesús, me oyen, resistan, por favor, resistan, sigan en línea, ¿en qué lugar de la casa están?”, gritaba Douglas a través de su celular, pero solo seguían los gemidos de su pariente.
Jennifer y sus padres María Isabel Salamanca y Francisco Javier Melara, Karla, de 25 años; Javier de 23 y los gemelos Nahúm y Josué, de 18 años, todos, Melara Salamanca, se encontraban en la casa a la hora de la fatídica avalancha.
El afectado confesó a El Diario de Hoy que el día del derrumbe, se despertó de madrugada y le escribió a su prima Jennifer para preguntarle cómo estaban.
Relata que la pariente le contestó y le confesó que “tenían miedo, pero que estaban reunidos orando en una sola habitación”.
Douglas agregó que él de advirtió a su prima que tenían que salirse del lugar, porque se esperaban más lluvias y le mandó fotos del satélite de las tormentas que se aproximaban.
“Dónde puedo encontrar eso, mándame la dirección”, le expresó Jennifer en el chat. De ahí, la joven estudiante universitaria, ya no contestó el celular. A las 5:00 de la mañana, otros familiares les avisaron que la familia estaba soterrada.
Ayer en el lugar continuaron a medias las labores de rescate. Mientras las autoridades como el ministro de Gobernación, Mario Durán, y el director de los Bomberos, Edwin Chavarría, explicaban el ritmo de las tareas de búsqueda, otros socorristas de los equipos especializados confesaron que las labores se han realizado con lentitud, debido las inclemencias del tiempo y lo difícil que está el lugar por la cantidad de humedad.
“Es difícil seguir con tanta humedad, hay lugares donde el lodo nos llega hasta las piernas y se hace imposible avanzar. Por momentos hay pequeños desprendimientos de tierra y puede ser peligroso”, explicó el bombero.
Durán explicó que hasta ayer se habían removido más de 52 metros cúbicos de lodo de la parte baja y era muy peligroso la zona por la humedad y la persistente lluvia.
Por eso las señales de encontrar a cualquier integrante de la familia Melara Salamanca con vida, cada hora son muy pocas. Casi nulas, según los rescatistas expertos, pero aún así, la búsqueda de las siete personas siguió hasta la noche sin ningún resultado positivo.
Los protocolos de rescate siguieron por segundo día consecutivo en la zonas del deslave, situada en el kilómetro 8 de la carretera Antigua a Zacatecoluca, en la jurisdicción de Santo Tomás.
Grupos de socorristas, bomberos, militares, entre otros, trabajaron en la parte alta del terreno donde supuestamente podrían estar las víctimas.
Equipo de Bukele montan el podio y luego se retiran
Mientras los especialistas buscaban en la parte de abajo de la carretera, maquinaria pesada removía los escombros de lodo, piedra y palos que arrastró el desbordamiento de unos 100 metros aproximadamente.
Desde las 11:00 de la mañana, la zona de la tragedia se comenzó a llenar de personas empleadas del gobierno. Un grupo de más de 20 empleados, acuerpaban a un hombre que al parecer venían en representación del gobierno y que tuvo comunicación con el director de Bomberos.
Minutos más tarde, una motocicleta del Batallón Presidencial y una camioneta de lujo llegaron a inspeccionar la zona.
Minutos más tarde, el podio donde el presidente de la República, hablaría fue desmontado por los empleados, al igual que los toldos sillas, el sonido y otras estructuras. La Presidencia de la República no reveló las razones de la suspensión de la visita del mandatario y Bukele solo escribió en su cuenta de Twitter: “No iré a Santo Tomás, pero nuestros mejores equipos están ahí…”
El desmontaje del escenario donde se presentaría el mandatario provocó una ola de críticas en redes sociales, la mayoría coincidían en que fue un irrespeto pretender llegar a dar un discurso a un lugar donde se trata de salvar las vidas de personas que si bien está soterrada, sus familiares no pierden la fe de encontrarlos con vida.