La embajada de Alemania en El Salvador celebró el 3 de octubre el Día de la Unidad de Alemania. La fecha es muy significativa en la historia reciente del mundo, ya que marca el día en que Alemania del Este y Alemania Oeste volvieron a ser una sola nación.
La celebración de la Unidad de Alemania también va precedida de una fecha que marcaron nuevos tiempos, como lo fue la Caída del Muro de Berlín, efemérides que el próximo 9 de noviembre se celebrarán 30 años.
En el país, la celebración fue encabezada por el embajador alemán, Bernd Finke, y a la que acudieron representantes de las delegaciones diplomáticas acreditadas en el país, funcionarios del gobierno, diputados de la Asamblea Legislativa, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, entre otros invitados especiales.
En un reflexivo discurso, Finke expresó que “los acontecimientos que marcaron una época y que marcaron el final de la Guerra Fría son poco más que un capítulo del libro de historia. La caída del muro de Berlín también tiene algunas lecciones importantes para las generaciones más jóvenes que vale la pena recordar”.
Entre esas lecciones, el diplomática indicó que una de ellas es que el destino de un país no está determinado por la clase política, sino por sus ciudadanos individuales y la población civil, quienes pueden mover el mundo entero. Como uno de los ejemplo se refirió a Greta Thumberg, la joven que con su discurso a favor del cambio climático en las Naciones Unidas movió a miles de personas.
Otro de las lecciones relevantes, expresó el embajador, es que la democracia, los derechos humanos y la libertad, deben de ser defendidos y ganados una y otra vez porque, si bien “el muro de Berlín ha desaparecido, pero en los últimos 30 años hemos construido muros nuevos y diferentes, no solo de acero y hormigón, sino muros en nuestras cabezas”.
Finke explica que esos muros son la intolerancia hacia la libertad de género, redes sociales utilizadas para expresar odio, irrespeto a los derechos humanos, entre otros.
“Es triste que el sueño del nuevo Orden Internacional, el triunfo mundial de la democracia y los derechos humanos soñados tras la caída del Muro de Berlín no se hayan hecho realidad, que el mundo de hoy parece estar en una crisis permanente; pero esto no nos debe llevar a la depresión y al desaliento, sino a un mayor compromiso más humano”, indicó.