Las alcaldía de San Francisco Gotera, Osicala y Corinto, todas en el departamento de Morazán, prohibieron la venta de bebidas embriagantes en sus jurisdicciones y analizan cerrar cantinas, como medidas para evitar la propagación del COVID-19 y contrarrestar el incremento, a nivel departamental, de los casos de violencia intrafamiliar, que registra la Policía.
De acuerdo con los datos oficiales de la delegación de Morazán, entre marzo y abril recibieron 12 denuncias de violencia intrafamilias, lo que representa un alza ya que e en el mismo periodo del 2019 registraron 9 casos.
“Desde que comenzó la cuarentena se ha tenido un sin número de reportes y denuncias en cuanto a violencia intrafamiliar, en la mayoría de los casos el factor común ha sido el consumo es bebidas embriagantes. Por eso para reducir este delito se ha sugerido a los concejos municipales y comisiones municipales de Protección Civil que nos colaboren con la restricción de bebidas alcohólicas; ellos toman la decisión final”, expuso el comisionado César Ortega, jefe de la delegación policial de Morazán.
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La comisión municipal de San Francisco Gotera se reunió con los encargados de un supermercado y una empresa de distribución de bebidas embriagantes de esa ciudad y “se llegó al común acuerdo de agotar la existencia de este producto y ya no vender más”, informo el alcalde Nahin Ferrufino.
Agregó que para la próxima semana en la reunión del concejo municipal discutirán el cierre de las dos ventas de aguardiente que funcionan en San Francisco Gotera.
“Lo estamos analizando ya que se han incrementado la violencia intrafamiliar y las quejas de vecinos por la misma situación”, dijo Ferrufino.
Silvia Juárez, coordinadora del Programa por una vida libre de violencia contra la mujer, declaró que en las últimas semanas en ese programa han registrado un aumento del 60% en casos de violencia intrafamiliar, pero no necesariamente están ligados al consumo de alcohol.
“Atribuirlo al consumo de alcohol es una idea errada, lo mismo que atribuirla solo al confinamiento; más bien aquellas mujeres que conviven con un agresor, ese agresor tiene una mayor disponibilidad o mayor tiempo de control de ellas y por tanto de ejercer la violencia. El alcohol o droga solo son detonantes”, comentó Juárez.
Las delegaciones del departamento de San Miguel y Usulután informan que los casos de violencia intrafamiliar se mantienen o reportan un leve aumento.
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El pasado viernes en el municipio de Santiago de María, departamento de Usulután, una mujer fue asesinada por su compañero de vida durante una discusión.
Esta semana, Juan Carlos Mejía Durán, de 50 años de edad y residente en San Marcos Lempa, Usulután, fue detenido por lesionar con arma blanca a uno de sus hijos en el momento que lanzó un cuchillo contra su esposa; el cuchillo cayó en el hombro del hijo.
Mejía Durán alegó que se tomó “un trago” al regresar der su trabajo y en su defensa aseguró que estaba dormido al momento del incidente.
“A las mujeres que están en sus casas, guardando cuarentena domiciliar, quiero hacer un llamado a que hagan lo posible por comunicarse y pedir ayuda oportuna marcando al 911 y que pueda la Policía llegar antes que las cosas no pasen a mayor gravedad … llamen al 911 ante cualquier instante de violencia que vivan en su casa”, solicitó una jefa policial de la delegación de Usulután.
Silvia Juárez considera que la falta de una campaña oficial que promueva la denuncia ante la violencia intrafamiliar hace pensar a la mujer que no se trata de una justificacion para poder salir de sus casas.
“También tienen mayores obstáculos para salir de sus casas a poner una denuncia, las mujeres ponen la denuncia cuando el agresor no está en casa y las mujeres piensan que los servicios de atención a la violencia están cerrados o piensan que sus denuncias no serán prioridad”, comentó Juárez.
Quien recomienda a las mujeres víctimas de violencia ponerse a salvo, realizar las denuncias correspondientes mediante los números de teléfonos habilitados por las autoridades correspondientes o buscar ayuda en los líderes comunales e incluso el personal de Salud en una comunidad.