Alcaldías en aprietos por la caída de ingresos en pago de tasas e impuestos

La emergencia nacional impacta en las finanzas de las municipalidades y a los alcaldes les preocupa cómo harán con los pagos de mayo; advierten que los servicios se podrían ver reducidos

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San Miguel instaló puntos de desinfección a la entrada de la ciudad. Foto EDH

Por Katlen Urquilla

2020-04-26 9:00:23

Las alcaldías de todo el país han comenzado a sentir el impacto económico de la emergencia nacional por el COVID-19 y sus finanzas están en aprietos.

De punta a punta en el país, alcaldes expresan sus preocupaciones por los pagos que deben hacer en mayo a los trabajadores y a proveedores de servicios, debido a que la recolección de fondos por tasas e impuestos municipales han caído, en muchos casos, a la mitad.

“Para mayo no vamos a tener capacidad ni de cubrir planillas ni de pagar alumbrado público.Si la situación sigue así vamos a tener nada más para el 50% de la planilla”, externó Ezequiel Milla, alcalde de La Unión.

El jefe municipal explicó que la recolección en concepto de tasas municipales les ha bajado en un 55% y en concepto de impuestos ha caído un 75%, esto implica que dejarán de percibir alrededor de $150,000.

“Todas nuestras deudas de abril se van a honrar, porque teníamos un ahorro, pero para mayo estamos super preocupados, alarmados de lo que realmente pueda sucedernos por no tener impuestos y tasas. Lógicamente eso afecta los pagos de empleados y los servicios que brindamos porque se pueden ver reducidos”, afirmó el alcalde.

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Milla ejemplificó que además de pagar alumbrado y Anda, deben pagar $20,000 cada mes por el servicio de tratamiento de los desechos sólidos y que si no tienen fondos para el otro mes, estarán en problemas con esos servicios, porque les pueden cerrar el acceso al botadero. “O cuando los camiones compactadores de energía se queden sin combustible porque hay que pagar una factura mensual de $12,000; o cuando el alumbrado público no lo puedan pagar ya que son $35,000 al mes”, dice con preocupación.

La alcaldía de La Unión eroga $125,000 mensuales en pago de planilla, y del 25% que reciben del Fodes destinan $52,000 para pago de salarios. “No es ni la mitad de lo que tenemos que cubrir y sin pagos de impuestos y tasas municipales, será difícil”, afirma.

Al otro extremo del país, en Sonsonate, el panorama es similar. El alcalde de esa cabecera, Roberto Aquino, explica que han tenido una caída del 40% de los ingresos, ya que de una recaudación de $500,000 les ha bajado a $300,000 y para el pago de la planilla de trabajadores erogan $350,000 al mes.

Aquino dice que, por ahora, el único ingreso que han estado recolectando es el proveniente de los mercados, y el Fodes que son $200,000, de los cuales el 25% ($30,000) pueden utilizarlos para pago de planilla.

En vista de la situación financiera, el alcalde sonsonateco explica que recurrieron a un crédito de $1 millón exclusivamente para poder pagar los salarios de los empleados municipales durante tres meses (abril, mayo y junio), ya que lo que recolecten en concepto de tasas e impuestos será para pagar costos operativos de la municipalidad.

Dependen de que la gente pague
La situación de estas municipalidades se vive en las otras 260 alcaldías, explica la presidenta de Comures (Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador), Milagro Navas, quien además es alcaldesa de Antiguo Cuscatlán.

“Ya han habido quejas a Comures de las alcaldías que no tienen ingresos, que no están recibiendo lo que tendría que ser y eso es preocupante, por eso estamos pidiendo al gobierno que no deje de dar el Fodes porque allí se va a paliar todas aquellas necesidades”, confirma.

Agrega que siempre que hay una crisis, en este caso generada por la pandemia del COVID-19, las municipalidades sienten rápido las repercusiones.

“Las alcaldías somos de servicios, no somos de negocios y si no nos pagan vamos a tener que parar recolección de basura, recolección de barrido, todos los servicios básicos por que de dónde vamos a pagar si la gente no nos paga. Dependemos de lo que la población paga y si no tenemos de dónde pagar a los empleados y todo lo que hay que pagar, va a ser un caos”, expresa.

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Dice que a los trabajadores de la alcaldía y a proveedores ya les pagaron abril de la reserva de fondos que tenían pero que, al igual que la alcaldía de La Unión, “para mayo y junio vamos a andar cojeando”.

Agrega que una de las medidas a tomar ante la baja recaudación es “suspender los proyectos que teníamos por el momento”, ya que deben tener fondos para mantener los puntos de sanitización y desinfección de calles y mercados, porque “con esto vamos a vivir un buen rato, no es que levantando la cuarentena el gobierno central ya se terminó, esto sigue”, acota.

Como presidenta de Comures, Navas dice que cada alcaldía tiene sus proyectos y evaluará las decisiones que tomará. “Mientras nos estabilizamos, porque de nada nos sirve hacer un proyecto si no vamos a tener con qué pagarlo. Hay que ver qué vamos a hacer, cómo van a estar las finanzas porque hay proyectos que si ya empezaron se van a tener que terminar, si no sale más caro después porque lo que ya se hizo se arruina”, expresa.

El alcalde de Sonsonate explica que en el caso de ese municipio han suspendido proyectos de recarpeteo, energía eléctrica y agua potable en varias localidades, debido a que no tienen los fondos para continuarlos en este momento. “Esto deprime el desarrollo del municipio”, enfatiza Aquino.

Por su parte, Navas dice que como alcaldes están buscando la mejor manera de paliar la crisis para no tener que suspender servicios y no dejar “desprotegidas” a la poblaciones de sus localidades, pero añade que muchas alcaldías si no fuera por el Fodes, no pudieran subsistir.

En el caso de Antiguo Cuscatlán, la alcaldesa no especifica cuánto han bajado los ingresos por cobros de tasas e impuestos, pero sí dice que no es lo que reciben mensualmente y que los servicios se siguen dando aún con menos personal. Explica que de los 1,200 empleados de la comuna, el 70% no está trabajando pero estaba considerando llamarlos desde esta semana para no atrasar el trabajo de la municipalidad.

Esto también lo plantea el alcalde unionense, quien indica que de los 220 empleados solo el 30% está trabajando (CAM, mantenimiento y tres unidades más), pero que han tenido que pagarles el salario completo a todos los empleados sin excepción.

“Eso es injusto para la demás gente que está trabajando cuando todos los empleados pueden servir en el área de la emergencia, pero nadie quiere hacerlo porque hay un decreto aprobado”, reprocha.

Milla considera que al personal que sí está laborando se le debería pagar el salario completo, mientras que al que está en sus casas se les debería pagar la mitad. “Es una medida que no acompaño que se le tenga que pagar el salario a todos los empleados”, remarca.

Ante las dificultades financieras de las alcaldías, la presidenta de Comures hace un llamado a los ciudadanos a seguir en casa en la casa “y no andar en la calle buscando lo que no se nos ha perdido”, porque eso va a significar menos costo para el gobierno y para las municipalidades, además de salvar vidas.

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