Artistas del centro capitalino piden un nuevo carné para frenar acoso

Son jóvenes que hacen arte en el centro histórico a cambio de una moneda con que pagan sus estudios.

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Por Gadiel Castillo

2020-03-14 9:50:26

Idalia Laínez es una universitaria que hasta finales de diciembre de 2019 solía mostrar su arte como estatuista humana en las calles del Centro Histórico de San Salvador. Sin embargo, en este año sus jornadas han sido casi nulas, pues a ella y a 26 de sus compañeros, la alcaldía no les renovó un carné que les permitía trabajar con libertad.

La falta de ese carnet provocó que el sábado 7 de marzo Mauro Lara, un violinista, tuviera un pequeño altercado con agentes del CAM.

“Mire, lo que pasó es que ellos (CAM) siempre llegan a preguntar si uno tiene el permiso o no, la cuestión es que a veces como muestra la foto se acercan en grupo, es como para intimidar, yo les mostré el permiso, les dije del colectivo; pero ellos también se hacen los locos, como que fuera primera vez que escuchan o te ven a vos, y bueno, es una actitud confrontativa. A veces lo piden varias veces diferente gentes y eso interrumpe nuestro trabajo”, relató el violinista Mauro Muñoz Lara a El Diario de Hoy.

Laínez y Lara son miembros de Kuskatán, un colectivo de varios artistas que, en su mayoría, son jóvenes estudiantes universitarios. El grupo nació en 2017 por iniciativa de Laínez, quien vio la necesidad de organizarse ante el maltrato que recibían sus compañeros por el uso de espacios en las plazas y corredores.

La artista cuenta que tardaron unos meses para entregar su proyecto al jefe del Distrito Uno de la alcaldía, Wilder Landaverde. El proyecto interesó a las autoridades y les dio la autorización del carné.

“El día 15 de diciembre de 2018 se nos hizo entrega de 33 carnés a diferentes artistas de diferentes disciplinas: dibujantes, malabares, música, teatro, danza, estatuismo y payasos. Este fue el primer logro de lucha que tuvo el colectivo, aparte de los logros que han obtenido de manera organizada, sabiendo que la organización tiene poder”, dice.

Con el tiempo hubo cambio de jefes en el Distrito y los artistas tuvieron que presentar nuevamente el proyecto a la cabeza de la oficina. Es así como en noviembre sostuvieron una reunión con Víctor José Méndez, quien según los artistas, en un principio vio con buenos ojos el proyecto del colectivo. Eso les dio una esperanza de que sus jornadas continuarían con normalidad.

“El jefe de Distrito no sé si se molestó que los del CAM nos dejaran trabajar. En noviembre aprobó el proyecto pero ya en enero se cerró. Nuestro propósito no es tener un conflicto”, dice Laínez.

Alexander Pérez es otro artista que se solía ver en las cercanías del Teatro Nacional, ahora rara vez se le encuentra en el lugar. El hecho de no portar un carné no le da confianza de ejercer su profesión.

Según los artistas, han trabajado de forma organizada para “dar un salto de calidad y trabajar de forma diferentes a los no agremiados”. Pero aseguran que las jornadas irregulares han limitado los ingresos económicos, que en su mayoría, sirven para costear sus estudios y ayudar en la economía familiar.

Pocos permisos

El 10 de enero tuvieron una primera respuesta de las autoridades edilicias en la que les otorgaban nuevos permisos, pero en la que les “imponían” horarios que, según ellos, no podían cumplir, además solo podían hacer uso de los espacios cuatro días a la semana.

“Tiempo atrás trabajábamos el momento que quisiéramos por nuestros horarios. Nos comenzaron a imponer como que nosotros fuéramos empleados. Fuimos varios artistas a decirles que no nos impusieran horarios porque no podemos seguirlos. Nosotros no recibimos salario de nada. Lo hacemos por amor al arte”, manifiesta Pérez.

Ante la “imposición” de jornadas decidieron enviar una nueva carta a Méndez Pacheco solicitándole el permiso. “Pedimos que se respete los acuerdos alcanzados históricamente con la municipalidad y que fueron presentados en el primer proyecto entregado el 27 de noviembre de 2018 que se trabajó de manera organizada sin entorpecer el trabajo de terceros en los horarios que se estipularon de manera rotativa conforme convenga al artista y que en conjunto fueron avalados por la alcaldía y con los que hemos venido trabajando”, dice la carta.

La ausencia de los estatuistas, bailarines y dibujantes es notable. “Esos muchachos le daban otra vida al centro, hacen su arte y la gente les ayuda con una moneda. Es una lástima que no vengan ya”, dice Luisa Martínez, una ciudadana.

Los artistas agregan que por las presiones y las constantes visitas a la alcaldía lograron que a mediados de enero y luego en febrero les otorgaran 12 permisos para los 27 integrantes del colectivo. El problema era que esos permisos tenían que renovarlos cada 15 días.

El Diario de Hoy pidió entrevista con el jefe del Distrito Uno de la Alcaldía, pero negaron la petición.