Hasta el momento únicamente Belice y Guatemala han presentado pequeños brotes de plagas de langosta devoradora que afecta plantaciones de granos básicos, afirmó este ayer el Organsimo Internacional Regional de sanidad Agropecuaria (OIRSA).
En Belice se ha realizado un control de manera directa por parte de los productores, en los cultivos afectados. La Autoridad de Sanidad Agropecuaria del país (BAHA por sus siglas en inglés) realiza una prospección nacional para evaluar daños y establecer acciones de control de acuerdo al plan de acción que han elaborado al respecto.
Mientras que en Guatemala, se reportan brotes de langosta en los departamentos de Petén y Jutiapa.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) los está controlando a través de la activación de brigadas de reconocimiento, identificación y control terrestre y aéreo.
El organismo ha activado un comando fitosanitario para la prevención y control de langosta voladora integrado por especialistas de México, Nicaragua y Estados Unidos.
De igual manera, el Organismo cuenta con motobombas pulverizadoras y productos químicos para proveerlos de forma oportuna a los países que lo necesiten.
Otros países centroamericanos incluido El Salvador cuentan con un Plan de Acción Nacional para el manejo y control de langosta, sin embargo OIRSA no confirmó que el país tenga la plaga, tal como ha publicado en sus cuentas de Twitter la Secretaría de Prensa de la Presidencia y el Ministerio de Agricultura.
OIRSA, que emitió alerta de la amenaza de plaga de langosta en la región el pasado 2 de julio, detalló que en coordinación con los ministerios de Agricultura de Centroamérica y México se están monitoreando los cultivos para detectar a tiempo cualquier brote del peligroso insecto.
La langosta voladora es una plaga endémica en Centroamérica que, a mediados de la década de los cuarenta e inicios de los cincuenta, arrasó diferentes plantaciones desde México hasta Panamá.
En los años subsiguientes se siguieron teniendo brotes esporádicos que sino hubieran sido controlados oportunamente pudieron convertirse en mangas altamente destructivas para la producción agrícola, señaló el organismo.
“La región centroamericana, al igual que en muchas partes del mundo, está sufriendo los embates de la pandemia del COVID-19, por lo que es importante mantener la vigilancia epidemiológica, para proteger los cultivos de granos básicos, hortalizas, cultivos industriales y frutales, entre otros; para lograr la seguridad alimentaria y nutricional, así como para el fortalecimiento económico y social de la región”, precisó el director ejecutivo del OIRSA, Efraín Medina.
Las autoridades de México han ofrecido apoyo, especialmente con hongos entomopatógenos, claves para el manejo integrado de la plaga; y Nicaragua ofrece apoyar con su experiencia y equipo humano en el control de posibles brotes.
En el país, la estrategia de detección de brotes de langosta contempla una exploración para tener la ubicación de áreas de posible impacto.