Agresor de joven policía tenía antecedentes de delitos sexuales

Hombre ultimado por agente a la que violaría en San José La Majada habría abusado de otras mujeres. Policía que mató al atacante para defenderse fue acusada en Juzgado de Juayúa de homicidio simple

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Una pariente sostiene el retrato de la policía que, el sábado, mató a un hombre que pretendía violarla. La Fiscalía la acusó, este martes, de homicidio simple. El ataque contra la joven agente fue en un caserío del cantón San José La Majada. Foto EDH / René Quintanilla

Por Diana Escalante

2019-12-04 6:15:28

La valentía con la que una joven policía se defendió y mató, el sábado anterior, a un hombre que pretendía violarla en un cafetal de Sonsonate no fue solo por su instinto de supervivencia. Al ver al agresor reparó en que podría ser el mismo que, meses atrás, abusó sexualmente de dos habitantes del caserío Palo de Agua, en el cantón San José La Majada, en Juayúa.

Las características físicas del delincuente que amenazó a la joven con un machete de doble filo eran similares a las que en su momento describieron las otras víctimas: robusto, alto y de unos 45 años. Además, usaba un sombrero y portaba un corvo para intimidarlas.

Lo que él les decía a las mujeres al momento de interceptarlas para violarlas fue la prueba inequívoca para la policía de que estaba ante el mismo agresor sexual.

“Le dijo que caminara hacia una vereda que va para el cafetal, que no gritara y que no lo viera a la cara. Ahí fue que ella recordó que era lo mismo que le había dicho a las otras dos muchachas”, relató a El Diario de Hoy una pariente de la agente.

La víctima, quien está en prisión desde el día que sufrió la agresión, fue acusada este martes por la Fiscalía General de delito de homicidio simple.

En las próximas horas, la joven deberá comparecer ante el Juzgado de Paz de Juayúa para la audiencia inicial. Por medio de un empleado judicial se conoció que el caso tiene reserva, por lo que no se sabe si el Ministerio Público pedirá que se le imponga medidas sustitutivas y enfrente el proceso en libertad.

Para sus parientes, vecinos y colegas eso es lo justo porque actuó en su defensa. La misma opinión han expresado en redes sociales decenas de cibernautas, desde el sábado que fue reportado el hecho.

Desde el momento en que las autoridades conocieron sobre el caso, los jefes policiales y compañeros de la víctima la han acompañado, según los familiares de la joven. Además, la Corporación ha designado a dos abogados para que la defiendan.

“Dios la salvó de ese hombre, si ella no hubiera andado armada no se habría defendido y la habría violado”, expresó acongojada una pariente de la agente.

Pese a que desde hace varios años los policías son blanco de los grupos delincuenciales, no a todos se les permite llevarse el arma de equipo cuando salen en sus días de descanso. Muchos de ellos se quejan de que los trámites para que las jefaturas les permitan sacar las pistolas son burocráticos.

Tres ataques sexuales en un año

El hombre que murió al enfrentarse con la agente, la interceptó el sábado, pocos minutos después de las 7:00 a.m., en un tramo desolado de la calle principal del caserío.

La víctima caminaba hacia la carretera para abordar el autobús que la llevaría a San Salvador para presentarse a su lugar de trabajo.

El agresor la vio pasar y luego se le acercó y pretendió obligarla a que se introdujera con él en una vereda que conduce a un cafetal.

En este tramo de la calle principal del caserío Palo de Agua, de San José La Majada, es donde el hombre interceptó a la agente para abusar de ella. Foto EDH / René Quintanilla

La joven forcejeó con el atacante y debido a que la superaba en tamaño la hizo caer al suelo sobre la calle polvorienta y empedrada.

Cuando el agresor observó que la víctima estaba armada e intentaba sacar su pistola para defenderse, la atacó con el machete. La agilidad con la que ella logró esquivar al hombre la salvó de sufrir una lesión en la cabeza o el rostro y terminó con una herida en el brazo y con varios raspones. Eso es lo que narraron este martes sus parientes.

En febrero y en septiembre de este año, dos residentes de la misma zona donde vive la agente no tuvieron la misma fortuna que ella y sufrieron abuso sexual, manifestaron varios pobladores.

Un delegado de la Policía de la localidad aseguró que se enteraron por la población que este año hubo unos casos de delitos sexuales, pero aclaró que en el puesto policial de San José La Majada no se recibió ninguna denuncia de las víctimas. Pero se tiene información de que al menos una de ellas la presentó en otra sede policial de Sonsonate.

“Es posible de que el hechor que resultó afectado ese día haya tenido que ver con otros hechos delictivos (registrados) en la misma zona. No es de verlo como alguien que trabaja como en una estructura (delictiva), sino de una forma particular. Si él era el que venía a la zona, ya eso (las violaciones) se va a detener”, apuntó el agente.

Otras fuentes policiales aseguraron que allegados del agresor lo identificaron en la morgue. Las autoridades no han querido revelar el nombre, pero señalaron que al buscarlo en el sistema descubrieron que tenía antecedentes relacionados con delitos sexuales.

Algunos residentes contaron que hace varios días vieron en el lugar a un hombre (que no era conocido en la zona) preguntando a dónde estaban haciendo cortas de café.

El hombre, según los pobladores, parecía jornalero que andaba buscando trabajo en una finca. Tras el ataque contra la policía ellos concluyeron que podría haber sido el agresor quien había llegado desde otro sitio para delinquir.

Población alarmada

El ataque contra la policía ha causado alarma entre quienes residen en el caserío. Ahí hay un centenar de familias aproximadamente, cuyos integrantes tienen en contra las condiciones que les rodean.

La mayoría camina a diario cerca de dos kilómetros, por una calle angosta que está rodeada de cafetales y de paredones de tierra. No hay alumbrado público y hay un tramo de un kilómetro y medio donde no hay viviendas, solo vegetación.

Vecinos del caserío Palo de Agua denunciaron que hay problemas de inseguridad, pero la Policía aseguró que a diario hacen hasta cuatro patrullajes. Foto EDH / René Quintanilla

Algunos moradores contaron que para llegar temprano a sus destinos deben salir de sus casas de madrugada y regresan noche. Quienes más se exponen a ser víctimas de la violencia son las mujeres.

Como en el pasado ya se han registrado en el lugar hechos delincuenciales, quienes tienen hijos menores edad se vieron obligados a contratar los servicios de transporte para que vayan a dejar y a traer a un centro educativo de San José La Majada a todos los niños del caserío.

La presencia policial en el caserío es mínima aseguraron los pobladores; en contraste, el delegado de la Policía sostuvo que patrullan hasta cuatro veces al día.