Adultos mayores sufren rechazo y discriminación

Centros como el asilo Sara Zaldívar proveen de lo necesario a más de 200 adultos mayores abandonados, pero la tarea de visibilizar a este sector de la población aún está en camino.

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Por Rafael Mendoza López

2019-06-14 9:20:13

Un plato de comida, techo, salud y compañía es lo que atesoran más de 226 adultos mayores en el Centro de Atención a Ancianos “Sara Zaldívar”, cuya mayoría de internos ha sido abandonada por su familia.

Esa es una de las formas de maltrato de la que siguen siendo víctima los de la generación mayor en el país, algo que logran aplacar con eventos como la de ayer, que incluyó baile, pastel y música del recuerdo a modo de celebración por el Día del Padre.

Aunque hay algunos que por su avanzada edad han perdido parte de sus facultades mentales, hay una parte que está conciente de lo que la sociedad les da o les quita.

“La sociedad todavía no nos ha olvidado como padres de familia, a pesar de estar en este lugar”, dijo Graciano de Jesús Rivas, de 73 años, mientras observa el espectáculo en el salón mayor del asilo.

Ricardo Martínez Gerbi, psicólogo en ese centro de atención, sostiene que la familia sigue siendo el entorno donde los adultos mayores sufren de las más diversas formas de maltrato.

“Hay algunas familias que al adulto mayor que tienen en su cuido no lo llevan a la mesa porque ocupa silla de ruedas. No es impedimento. Quite la silla, métalo y ya estuvo, porque si no, lo está violentando, no lo está tomando en cuenta. Lo que la familia tiene es gracias a lo que el adulto mayor hizo por ellos”, explicó el especialista, con más de 25 años de trabajar para ese hogar.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 66/127, designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, como muestra de oposición a los abusos y sufrimientos que son provocados a los ancianos.

Para causar daños profundos a la población adulta mayor, de acuerdo Martínez Gerbi, no es necesaria la violencia física.

“A veces se arma una salida (en familia) y al adulto lo dejan en la casa. El ser humano desde que está en el vientre materno es social, es sociable. Si somos seres sociales, ¿por qué lo invisibilizamos?”, advirtió el psicólogo.

Es más, muchos de los adultos pueden demostrar que son de corazón alegre, que las barreras que la sociedad les impone son injustas, como en el caso de Félix Vásquez, que a sus 98 años recién cumplidos bailó como en sus mejores años.

“Me siento perfectamente bien porque este es el lugar que uno quería, estar uno tranquilo. Usted sabe que hoy cómo está el tiempo allá afuera, hay que ver para todos lados antes de salir. Aquí me cuidan bien”, manifestó.

Romper las barreras

El psicólogo Martínez Gerbi enfatiza que la tarea para romper con los patrones de rechazo y apatía hacia la población adulta mayor es “ubicarlos más dentro de la familia” y aprovechar su cúmulo de vida.

“Si yo le pido una opinión (a una persona adulta mayor) me puede dar una opinión certera, aunque no sea de mi especialidad o de mi enfoque, precisamente porque él ya pasó por la etapa en que yo estoy”, expresó.

El experto también añade que persisten otros obstáculos en el país para las generaciones mayores, entre ellas la infraestructura que afecta la movilidad. “Hay maneras de cómo quitar barreras, la mayoría de instituciones tienen las aceras y los lugares de esparcimiento con limitaciones”, expuso.

Juan Aparicio, director del asilo, es de la idea de que los esfuerzos para la protección de los adultos mayores deben ir en dirección de la Ley de Atención Integral para la Personas Adulta Mayor.

Aparicio considera necesario que esa normativa sea conocida. “Debe haber una conciencia y una sensibilización para que la persona adulta mayor pueda gozar de sus derechos”, añadió.