“Ella está entrando en depresión, está sola”, dice hija de anciana en albergue

La salud de una mujer, de 89 años, ha comenzado a decaer después de estar 35 días en cuarentena y sola.

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Foto EDH

Por Xenia González Oliva

2020-04-15 9:30:07

A sus 89 años, la madre de Gladys Aguilar se ha mantenido como un ejemplo de fortaleza dentro de su familia. Pese a su edad y sus padecimientos (hipertensión, diabetes y problemas del corazón) siempre ha sido valiente, ha seguido todas las indicaciones de sus médicos y rara vez se queja. “Ella siempre ha sido bien positiva, siempre nos dice no se preocupen, yo estoy bien, pero hoy que está ahí ha comenzado a cambiar”, lamentó.

Su madre ya lleva 35 días cumpliendo una cuarentena fuera de su hogar y lejos de su familia después de que regresó a El Salvador el pasado 12 de marzo. Desde entonces ha pasado por varios centros: al albergue en Jiquilisco, después al centro del CEL debido a su salud y edad; pero en este lugar tuvo una descompensación de su diabetes y la llevaron al Hospital Saldaña. Ahí pasó cerca de 10 días hasta que la llevaron al hotel Tolteka, en Santa Ana.

Los últimos días los ha pasado completamente sola en una habitación del hotel. En este cuarto la señora no puede ni abrir la ventana, ha pasado sin aire acondicionado y no funciona el televisor.

Aguilar contó que una de sus principales preocupaciones fue que su madre pasó cinco días sin su medicamento para el corazón y hasta ayer les permitieron llegar a dejárselo.

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Agregó que les tiene preocupados el cambio de ánimos que ha presentado su madre porque cada vez que habla con ella la siente decaída y triste.

“Me preocupa que siento que ella está entrando en depresión, está sola, el televisor de su cuarto no funciona. No le permiten abrir las ventanas, no le ponían el aire acondicionado, hasta ahora”, dijo.

El geriatra y miembro de la Asociación de Geriatría, José Velásquez Portillo, explicó que, para las personas de la tercera edad, los estímulos visuales y auditivos son importantes.

“Le va a afectar mucho su estado de consciencia porque el adulto mayor necesita tener estímulos audiovisuales y también desde el punto de vista de las personas que la rodean, en este caso su familia que tendría que tener contacto con ella. Si está encerrada y no tiene ningún estímulo, podría presentar algún estado de delirio, alucinaciones y en este caso también algún tipo de depresión”, explicó el médico.

Señaló que la falta de actividad y el estado de ánimo puede provocar que pierda el apetito y se alimente mal. Esto puede llevar a que se le bajen las defensas y sea presa de cualquier infección.

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