Salvadoreños cuentan su experiencia ante aplicación de primera dosis de vacuna contra el COVID-19

Cuatro historias de residentes de La Unión, San Miguel, Santa Ana y San Salvador relatan como fue el proceso de aplicación de la primera dosis de la vacuna.

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Permitir que el sector privado pueda adquirir la vacuna podría ayudar a alcanzar la inmunidad de rebaño. Foto EDH / Archivo

Por Insy Mendoza/ Iliana Ávila/ Cristian Díaz/ Jonathan Funes

2021-04-07 9:40:57

La meta es aplicar 80 dosis al día en cada centro

Samuel Díaz, de 40 años, es una de las personas del grupo de alto riesgo, que ya recibió la vacuna en el hospital de La Unión.

Samuel es paciente recuperado del COVID-19. Fue víctima del virus en junio del año pasado, es hipertenso y por ende es parte del grupo de alto riesgo.

El domingo pasado, el unionense recibió una llamada del Ministerio de Salud para notificándole que sería inmunizado contra el nuevo virus, el martes de la siguiente semana.

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“Adentro hay una enfermera con una tableta verificando que estés en el registro, dan las indicaciones de las posibles reacciones y se llena un documento donde das el consentimiento para ponértela”, agregó Díaz.

Algunos de los centros de vacunación del departamento de La Unión están en el hospital nacional de la cabecera departamental, en las unidades de Salud del cantón Llano de Los Patos, del municipio de Conchagua, en Anámoros y Santa Rosa de Lima.

Algunas fuentes del hospital de La Unión detallaron que tienen programado vacunar a 80 personas por días, en cada uno de los centros de vacunación.

La gobernadora departamental de La Unión, Victoria Gutiérrez, confirmó que ya dieron inicio con la vacunación a todas las personas consideradas como grupos de riesgos, “tenemos cuatro centros de vacunación, y se está próximo abrir uno en la isla Meanguera del Golfo”.

“En el departamento ya se terminó de vacunar al personal de primera línea a los Salud, militares, policías y docentes; ya iniciamos con los adultos mayores y a los grupos de riesgo”, agregó Gutiérrez.

Samuel Díaz, de 40 años, es una de las personas del grupo de alto riesgo, que ya recibió la vacuna en el hospital de La Unión. Foto EDH: Insy Mendoza

“No imagine que la vacunación sería tan pronto”

Don Carlos Humberto Lima suspendió realizar gimnasia y asistir a la iglesia todos los días desde que inició en El Salvador la emergencia por el COVID-19, como medidas de protección para evitar un posible contagio en él y en su grupo familiar, que reside en Santa Ana.

El inicio de la emergencia, a finales de 2019 y que se agravó durante el 2020, provocó, como en el resto de los salvadoreños, temor e incertidumbre, al punto que “no imaginé que la vacunación sería tan pronto”, señaló en referencia a que para entonces no había un medicamento que permitiera algún nivel de inmunización.

Don Carlos recibió la primera dosis de la vacuna este miércoles en el Hospital San Juan de Dios de Santa Ana.

Explicó que el martes a las 9:57 de la mañana, una de sus hijas llamó al número telefónico 132, opción 5, donde le confirmaron que debía de llegar el miércoles, entre las 8:00 de la mañana y 2:00 de la tarde, al hospital de la cabecera departamental.

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Lo único que le consultaron vía telefónica fue el número del Documento Único de Identidad (DUI) y la fecha de nacimiento. “Súper rápido contestaron” la llamada, expresó.

Don Carlos tiene 77 años y presume que estaba en la lista de personas a vacunar, a pesar de no tener aún los 80 años, porque es sobreviviente de cáncer de próstata, por el cual aún continúa en control. Además padece de hipertensión, diabetes y de una cardiopatía.

“Lo que queremos es vivir un par de años más, si Dios lo permite. Animo a la gente a que se vacune, que no tenga miedo. Las vacunas son una forma de protegerse uno y proteger a los demás. Es necesario que nos vacunemos la mayoría para que se controle esta enfermedad”, relató un par de horas después de haber recibido la primera dosis. Durante ese tiempo no presentó ninguna reacción.

La próxima dosis está programada para el 5 de mayo en el mismo establecimiento asistencial. Hasta entonces retomará sus visitas a la iglesia y realizará gimnasia.

El miércoles llegó antes de las 7:00 de la mañana al nosocomio; a esa hora ya habían al menos diez personas, todas adultas mayores.

El personal médico inició media hora después una charla sobre los efectos que podía dar la vacuna; antes de las 8:00 de la mañana, que era la hora que había sido citado, ya había recibido la primera dosis.

Calificó de amable al personal, quienes, además, estaban cuidando que no hubiera aglomeración de personas.

“Seguiré implementando todas las medidas de bioseguridad (lavado de manos, alcohol gel, uso de mascarilla, distanciamiento social); pero ya cuando tenga las dos dosis de vacuna podré retomar actividades que había suspendido por la pandemia, como salir a hacer gimnasia e ir a la iglesia todos los días”, expresó el septuagenario.

Carlos Lima, de 77 años, hizo su cita en el 132 y ayer fue vacunado. Foto: EDH / Cristian Díaz

El matrimonio Bernal superó el COVID y ahora se inmuniza

Candelario Antonio Bernal Aparicio, de 81 años, y su esposa Angela Hernández Durán de Bernal, de 78 años, recibieron, ayer, su primera dosis contra el COVID-19, en el centro de vacunación instalado en el Centro Católico Nuestra Señora del Rosario, en San Marcos.

El matrimonio tiene más de 57 años y fue su hija, Silya de Marcía, de 51 años, quien los llevó al centro educativo.

Los Bernal, los padres y sus dos hijas, se contagiaron del nuevo coronavirus en noviembre del 2020.

Candelario fue tratado en casa, mientras que Angela pasó ingresada 10 días en el hospital Amatepec, el ISSS.

Ella recuerda que los primeros síntomas, cuando le dio COVID-19, fueron cansancio, temperatura, dolor de cabeza. Luego se fue agudizó más hasta que la ingresaron en el hospital

Ahora que ya vacunaron a Candelario y Angela, Silya espera su día de vacunación ya que su hermana, que es personal de primera línea, ya recibió la primera dosis

“Gracias a Dios estamos acá, esperando se haga la voluntad de Dios. Hemos llegado hasta este momento de tener la primera dosis de la vacuna”, dice Angela. La familia viajo desde Ayutuxtepeque hasta el centro de vacunación en San Marcos. Recibieron por un mensaje de texto al celular la notificación que los hace acreedores de la primera dosis.

“Me siento bien, no pensaba que nos iban a llamar luego y ahora ya estamos acá”, dice Candelario tras recibir la primera dosis.

"Gracias a Dios estamos acá, esperando se haga la voluntad de Dios. Hemos llegado hasta este momento de tener la primera dosis de la vacuna", dice con alegría Ángela. Foto EDH/ Jonatan Funes

Citan a docentes a las unidades de salud

En el departamento de San Miguel funcionan como centro de vacunación las unidades comunitarias de Salud Familiar (USCF) de Sesori, Carolina, Ciudad Barrios, Moncagua, Chinameca, la Carrillo, anexa San Miguel y Chirilagua.

En la unidad de la colonia Carrillo varios maestros, que no pudieron atender el primer llamado que les realizaron por diversas razones, recibieron un segundo llamado para el día miércoles.

Alberto Antonio Ventura, subdirector del Centro Escolar Herbert de Sola, estaba fuera del país cuando le otorgaron su primer cita para inmunizarse; por eso tuvo que esperar una segunda.

Ventura contó que fue citado para horas de la mañana en la USCF de la colonia Carrillo, al llegar al lugar los maestros fueron acomodados en unas sillas en el estacionamiento interno donde recibieron una charla informativa sobre la vacuna. “No sentí ningún malestar, luego nos pasaron a una sala de espera para ver si teníamos una consecuencia, por ser paciente diabético espere 35 minutos, y todo normal” contó Ventura.

Entre los maestros también se encontraba Felipe Peralta Rivas, 49 años, docente del Centro Escolar Caserío Santa Lucía, y su esposa, ambos docentes aseguran no se han contaminado con el nuevo virus así como nadie de su círculo familiar, al recibir la vacuna sienten que se protegemos ellos y ayudan a sus dos hijos para no infectarse.