¿Adicto a la pornografía? Descubre cómo superarlo

Por curiosidad, soledad o simple satisfacción sexual, muchas personas se adentran en ese terreno escabroso y terminan hundiéndose en la depresión y el aislamiento social. Conoce cómo detectar si eres dependiente de la porno y cómo salir de ella.

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Por Mireya Amaya/EFE

2019-04-25 4:00:03

El comportamiento que se caracteriza por una compulsión cada vez mayor a ver contenido o material pornográfico (literatura, imágenes o videos) se considera adicción a la pornografía, de acuerdo con el Centro Americano de Adicciones (AAC, por sus siglas en inglés).

En el pasado, una persona que padecía esta dependencia satisfacía principalmente su deseo al ver o almacenar videos, revistas y fotos pornográficas. Hoy en día las herramientas disponibles para tal fin han evolucionado, gracias al Internet y otras tecnologías, que permiten el acceso anónimo a pornografía ilimitada en todos los niveles de explicitud.

Efesalud aclara que hay que entender que la pornografía viaja a través de los ojos, las imágenes atraviesan el iris y producen una liberación de una sustancia química llamada dopamina, que activa principalmente el deseo y la motivación.

Según la agencia española de salud, cuando se consumen drogas, alcohol o pornografía, el cerebro se sobrecarga de dopamina y a medida que se va consumiendo material porno, este se acostumbra a altas cantidades de ella.

“Los estudios científicos más recientes apoyan estas hipótesis después de analizar los efectos a nivel cerebral de las personas que consumen porno repetidamente, aludiendo que a mayor consumo más se deterioran sus conexiones neuronales”, explica la psicóloga María Contreras.

Signos de alerta
¿Cómo saber si la persona que consume pornografía es ya un adicto? La psicóloga María Contreras expone algunas señales:

1- Dejas de lado otras ocupaciones para dedicar tiempo a la pornografía online.

2- Prefieres estar en algún dispositivo viendo páginas web de contenido porno que salir a ver a tus amigos o a quedar con personas reales.

3- Lo ocultas o mientes, te avergüenzas de tu propia conducta sexual en Internet y gastas dinero a escondidas en chats o páginas web.

4- Utilizas el porno para regular tus emociones: cuando estás triste, solo, de bajón, aburrido o para celebrar algún éxito.

5- Una pregunta clave es: ¿Soy capaz de parar? ¿Podría dejar de hacerlo?

6- Cada vez necesitas ocupar más tiempo viendo material pornográfico.

7- Te sientes culpable tras haberla consumido.

8- Has hecho cosas ilegales con respecto a la pornografía y tienes que borrar constantemente el historial de tu dispositivo.

Otros indicios
Northpoint, un sitio especializado rehabilitación de adictos, destaca otras señales que denotan la dependencia:

– Vives una doble vida. La adicción a la pornografía puede ser difícil de ocultar. Al igual que con el trastorno de abuso de sustancias, es posible que tengas que mentir para estar seguro de no ser descubierto en el trabajo o un compañero.

– Sufres de disfunción sexual. Esta condición también puede ser inducida por la pornografía. Entre los síntomas están que el hombre logra fácilmente una erección y el orgasmo con porno, pero no con una pareja; además el sexo con una persona real le toma más tiempo del que le gustaría. Por otro lado, prefiere el porno al sexo real.

– Te da ansiedad.No puedes pensar en otra cosa. Como un adicto al abuso de sustancias, tienes ganas de ver pornografía mientras haces otras actividades o trabajas.

Los secretos de los adictos a la pornografía

– Tu pareja ya no te parece atractiva. Ver este tipo de contenido puede dar a los espectadores ideas irreales de lo que es el sexo. Esto incluye las expectativas sobre la apariencia de su pareja.

– El uso de Internet está afectando tu trabajo y tu vida en el hogar. Nada importa más que tu adicción al porno. Esto significa que el tiempo con tu familia, amigos o trabajo simplemente no importa tanto como la necesidad de ver ese tipo de material.

– Otra de las señales de alerta es que te da igual consumir en cualquier sitio, y te arriesgas a que cualquiera te vea, porque puede más la adicción que cualquier otra cosa.

Causas
¿Pero qué es lo que empuja, especialmente a los adolescentes, al consumo de pornografía?
A juicio de la psicóloga Contreras hay muchas razones que los llevan a ello, como por ejemplo conseguir estima personal, seguridad o por simple satisfacción sexual.

También lo hacen por lograr estabilidad emocional, buscar que alguien les haga caso o porque todos los amigos lo hacen. Asimismo por curiosidad, por tener experiencia, por aburrimiento, porque se sienten solos, porque están irritables o porque necesitan liberar el estrés.

La pornografía, según Contreras, conquista sus deseos, pero además puede provocar una “desconexión” entre chicos y chicas e inducirles a prácticas sexuales de riesgo, que pueden llevar a una conducta sexual patológica.

“Pero si hablamos ya de pacientes, puede haber un componente psicopatológico, y presentan niveles de ansiedad muy altos, por lo que consumen pornografía para relajarse”.

“Hay pacientes que tienen altos niveles de impulsividad, y es otra causa de acceso a la pornografía. Luego están los obsesivos que, por ejemplo, son incapaces de quitarse de la cabeza imágenes repetitivas de pornografía”, indica la psicóloga.

Consecuencias
A nivel individual, tanto en adolescentes como en adultos, puede provocar déficit de habilidades sociales, problemas emocionales y conductuales.

Depresión o ansiedad, prácticas como fumar o beber, así como el consumo de ciertas drogas, aislamiento social afectivo, baja autoestima o estados emocionales negativos: tristeza, frustración, vacío, aburrimiento, soledad, tensión…

Entre las consecuencias en mujeres, destaca que tienen imágenes distorsionadas de su cuerpo y sienten la necesidad de cambiar su apariencia.

Tratan de estar a la altura de los cuerpos y comportamientos sexuales de las mujeres que sus parejas contemplan online y temen haber perdido su capacidad para excitarle, por lo que se subordinan a ellos.
En cuanto a los hombres, tienen problemas para excitarse con mujeres “reales” y la vida sexual con sus novias o mujeres se derrumba.

A veces desean centrarse en sus parejas, pero en lugar de ello, sus mentes se llenan de imágenes pornográficas. Los que empiezan con porno suave acaban interesándose por el duro.

“A medida que las imágenes sobrecogedoras se hacen más tolerables, las que le excitaban previamente se vuelven menos interesantes y esto lleva al usuario a buscar un material porno más extremo e impactante que aquel con el que empezó. El hombre termina por ser violento”, enfatiza Contreras.

Soluciones
– Una de las primeras medidas es limitar la exposición a Internet cuando su uso no sea necesario y activar un filtro antiporno en los dispositivos que se utilicen habitualmente, así como destruir todo el material de ese tipo que tengas almacenado.

– Contreras también recomienda situar la computadora en un lugar abierto y visible de la casa y/o trabajo para que la tentación sea menor.

– Presta especial atención a situaciones, objetos, lugares o personas que desencadenan el deseo de consumir porno: observa qué te activa el deseo.

– Focaliza tu atención en otra cosa o actividad que te permita salir de ese estado emocional negativo: queda con amigos, haz una llamada telefónica que te entretenga, lee un libro, escucha música o haz deporte.

– Busca ayuda. Es importante contar con la orientación de un profesional en este tipo de adicciones, para poder superar el problema.