Acusados de matar a madre de dos policías son enviados a prisión

Juzgado de Paz de Juayúa ordenó instrucción para los imputados. Estos, según la Fiscalía, asesinaron a la señora por cobro de alquiler.

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Diputados analizan el retiro voluntario para policías y personal administrativo de la corporación policial. FOTO EDH / Archivo

Por Jaime López

2019-08-10 4:00:32

El Juzgado de Paz de Juayúa, en Sonsonate, ordenó ayer que Juan Carlos Díaz Nájera, de 42 años, y Marlene del Carmen Flores Díaz, de 46, sigan en prisión mientras son procesados en una fase superior o instrucción, tras ser acusados del delito de homicidio agravado, en perjuicio de Flor Marina Méndez, de 54 años, madre de dos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).

Según la Fiscalía General de la República, el juez valoró todas las evidencias que involucra a los sospechosos en el homicidio de la madre de los dos agentes para ordenar que sigan en detención provisional mientras son procesados.

El proceso contra los imputados pasará a un Juzgado de Instrucción de la cabecera departamental, en los próximos días.

Méndez, a quien sus conocidos la calificaron como una persona alegre, activa y llena de vida, fue asesinada el 5 de agosto y su cadáver fue encontrado en un barranco, al final del pasaje 4 de la colonia IVU, en el municipio de Juayúa.

Las investigaciones detallan que la señora fue asesinada porque los atacantes al parecer no querían pagarle el alquiler de una casa.

La señora Méndez tenía una lesión de arma blanca en el cuello.

Los sospechosos fueron detenidos la tarde del día del hallazgo como resultado de las primeras investigaciones.

El presidente Nayib Bukele se refirió al caso al afirmar en su cuenta de Twitter que se había capturado al autor intelectual y material del homicidio de la madre de dos agentes. “Si bien el homicida es vecino de la víctima y no es pandillero, tuvo colaboración de un pandillero de la MS clica JLS, quien aún no ha sido capturado, pero ya está identificado”, afirmó el mandatario.

Según algunos familiares, la víctima trabajaba como encargada de limpieza en varias casas en San Salvador, y cada fin de semana llegaba hasta la colonia IVU donde residía con su compañero de vida.

Los hijos de la víctima estaban destacados en Sonsonate y San Vicente.