Cinco pandilleros condenados a 60 años de cárcel por matar a jornaleros en Sensuntepeque

Las tres víctimas dormían en hamacas en una bodega de un ganadero de Sensuntepeque; los asesinos llegaron de madrugada, acribillándolos a balazos. Dispararon 130 balas.

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La Fiscalía informó este miércoles sobre la condena de los cinco miembros de la MS-13 que cometieron el triple crimen. Foto EDH / Cortesía FGR

Por Jorge Beltrán Luna @Jbeltranluna_

2020-12-10 4:30:34

Jorge Jeremías Cortés Velásquez, José Ignacio Cortés Chicas, Dolores Santiago Iraheta Rivera, Nelson Alberto Barahona Rivas y José Javier Orellana Cruz pagarán con 60 años de cárcel haber matado a tres personas que trabajaban como corraleros con un ganadero de Sensuntepeque, departamento de Cabañas.

Los cinco condenados son miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), según la Fiscalía General de la República, que mantienen control territorial en la zona rural de Sensuntepeque y parte del municipio de Victoria.

Las víctimas de los cinco pandilleros fueron identificadas como José Fernando Alemán Amaya, José Rolando Velásquez Callejas y José Adolfo Vásquez Velis; los tres vivían en el cantón El Volcán, de Sensuntepeque.

Su trabajo implicaba comenzar entre las 2:00 y 3:00 de la madrugada el ordeño de varias decenas de vacas y por ello se iban de noche a dormir cerca del establo, de esa manera evitaban caminar un par de kilómetros de madrugada, debido a lo peligroso de la zona por el accionar de pandillas, según familiares y vecinos de las víctimas.

Pero esa providencia no sirvió de nada. En los primeros minutos del 12 de noviembre de 2018, los habitantes del cantón San Matías se sobresaltaron al escuchar una nutrida balacera. Algunos pensaron que se trataba de algún enfrentamiento entre pandilleros y policías.

Pero no fue así. Al amanecer se enteraron de que los tres corraleros, empleados de W. V., habían sido asesinados.

En la escena del crimen, las autoridades recogieron 130 casquillos de armas de fuego de diferentes calibres. Todas esas balas fueron disparadas por los asesinos, pues las víctimas no tenían armas con qué defenderse, afirmaron vecinos.

Las paredes y el techo de lámina de la bodega donde dormían, así como los recipientes donde recogían la leche quedaron destrozados por los múltiples balazos.

El triple homicidio causó conmoción entre los habitantes de los cantones El Volcán y San Matías, pues las víctimas eran reconocidos trabajadores que responsables con sus familias.

Sin embargo, las investigaciones policiales revelaron que una de las víctimas perteneció a la pandilla 18, pero que tenía muchos años de haberse retirado a tal punto de que se había intentado retirar los tatuajes, y se había dedicado a trabajar.

De acuerdo con una investigación de El Diario de Hoy, pocos días después de la masacre, ese habría sido el motivo para los miembros de la MS-13 cometieran el triple crimen. A los otros dos los mataron por estar en el mismo lugar.