El Milan se reenganchó a la lucha por las plazas europeas tras imponerse ayer por 1-0 al Torino, en un encuentro en el que el sueco Zlatan Ibrahimovic, pese a no marcar, volvió a ser la pieza sobre la que giró todo el juego ofensivo milanista.
El regreso del delantero escandinavo no sólo ha supuesto una inyección de moral y de talento para el alicaído conjunto milanista, sino que además ha propiciado la “resurrección” de dos jugadores como el español Samu Castillejo y el croata Ante Rebic. De hecho, el único tanto del partido llegó en una combinación entre ellos.
Con Ibrahimovic concentrando toda la atención de los defensas del Torino, el español y el croata encontraron siempre los espacios suficientes para explotar todo el talento que atesoran.
Una ventaja que el Milan pudo doblar en el inicio de la segunda mitad, tras una jugada trenzada entre Rebic y Castillejo, que, extrañamente, Ibrahimovic no acertó a convertir en gol con un remate que buscaba una escuadra de la portería del Torino.
Errores que permitieron al Torino, en el que destacó la actuación del centrocampista español Alejandro Berenguer, albergar alguna posibilidad de soñar con el empate, aunque los de Moreno Longo, que encadenaron su quinta derrota consecutiva, no llegaron nunca a inquietar la portería del Milan.