Ante el alza de casos de contagios en algunos municipios, varios alcaldes han tomado la iniciativa de cerrar mercados y otros espacios públicos en los municipios que gobiernan con el propósito de contener el alza de contagios de COVID-19. Uno más, el de San Julián, incluso, determinó imponer multas de 10 dólares a las personas que no usen porten mascarilla o no la usen de manera correcta.
El alcalde de San Miguel, Miguel Pereira, determinó cerrar el centro histórico de esa ciudad, incluyendo mercados, con el propósito de realizar trabajos de desinfección para frenar el alza de contagios en ese municipio.
Ezequiel Milla, edil de La Unión cerró el principal mercado de esa ciudad durante siete días y el alcalde de Soyapango, Juan Pablo Álvarez, anunció que pedirá a la Asamblea Legislativa, autorización para implementar estado de excepción focalizado, acompañado de medidas sanitarias tendientes a evitar más muertes y contagios por COVID-19.
Las medidas tomadas por los ediles, se basan en las prerrogativas que les da el Código Municipal, mediante las comisiones municipales de protección civil.
Ante tales situaciones, el abogado Max Mojica explicó que no es procedente que un alcalde pida un estado de excepción; lo que si procede es que el Ministerio de Salud, con base a las disposiciones legales que tiene, pueda decretar una cuarentena focalizada.
“Soy del criterio que el Código de Salud no le da al ministerio de Salud para decretar una cuarentena para una ciudad; le da la capacidad para decretar cuarentenas focalizadas”, afirmó Mojica. Desde su perspectiva, dijo Mojica, un alcalde no tiene ese alcance para poder decretarlo, es una competencia del Ministerio de Salud o del Presidente.
Sobre la intención de algunos ediles de solicitar a la Asamblea Legislativa que les permitan decretar estados de excepción, eso no procedería porque las facultades legales no les alcanza para pedir ese tipo de medidas, apuntó Mojica.