“La forma de evitar que vuelva a pasar el 9F es combatir la impunidad”, señalan diputados

Ese fue el pronunciamiento de los diputados de la Asamblea Legislativa, que sesionaron donde un año antes hubo una toma militar y un intento de golpe.

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Estudiantes de la Universidad Nacional marcharon ayer para denunciar lo sucedido el 9F y los signos autoritarios de Nayib Bukele. Foto EDH / Jonatan Funes

Por Eugenia Velásquez / Ricardo Avelar

2021-02-09 8:00:50

Más allá de condenar el 9F, los diputados opositores exigieron a la Fiscalía no dejar impune el hecho que calificaron violar las “entrañas” de la democracia y la República, comandado por el presidente de la República, Nayib Bukele, quien irrumpió en la Asamblea Legislativa con el Ejército y la Policía para sentarse en la silla del presidente de la Asamblea y decir: “ahora saben quién tiene el control de la situación”.

“El 9 de febrero es una fecha que no celebramos, que no conmemoramos, sino que rememoramos un momento oscuro de la historia de El Salvador. La única forma en que no se repita el 9F es que ese acto no quede en la impunidad”, afirmó en su intervención el diputado René Portillo Cuadra, de ARENA.

La Asamblea recordó ayer el “fatídico día” como uno de los capítulos más “nefastos” de la historia reciente de El Salvador, y el Congreso ha emitido un dictamen para declararlo como el “Día del Golpe de Estado Fallido, 9F Nunca Más”.

El acto simbólico no contó con la presencia de la bancada de GANA y de los diputados del PCN, casi la mitad se ausentó.

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Los legisladores señalaron graves retrocesos desde que El Salvador firmó los Acuerdos de Paz, evidentes desde antes del 9 de febrero de 2020, ese mismo día y después.

“El presidente Nayib Bukele ha trastocado la Constitución, la democracia, la República y las libertades. Ha venido, desde antes del 9F, el 9F y después del 9F incumpliendo la norma básica de convivencia, lo que puede reconstruir la Nación y sacarnos adelante”, reflexionó Rodolfo Parker, del PDC.

Tras “asaltar” la Asamblea con “las armas”, para la jefa de fracción del FMLN, Nidia Díaz, el castigo por violentar la institucionalidad, el equilibrio de Poderes y la libertad de pensamiento que ha costado sangre al país, debe ser ejemplarizante.

En diversos puntos del país, salvadoreños rechazaron la militarización y los abusos de Bukele. Foto EDH

“En países como Estados Unidos, por menos de atentar la democracia hay un expresidente procesado (Donald Trump) y muchos más, ya no digamos si se hubiera dado un golpe como el que se dio acá”, valoró Díaz.

Recordó que, en esa fecha, el FMLN interpuso en la Fiscalía un aviso y denuncias en contra del presidente Bukele por “acto de sedición” y contra Walter Araujo por el mismo delito. “Soy suscriptora de esa denuncia desde hace un año”, enfatizó Díaz.

Parker y Díaz revivieron la necesidad de retomar la resolución que emitió la comisión especial de la Asamblea que indagó los hechos ocurridos el 9F, en el cual se determina la necesaria destitución del ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy y del director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, por su participación en los actos que los diputados han calificado como el “Golpe de Estado Fallido”.

Díaz, quien fue comandante de la guerrilla y firmante de la paz en 1992, destaca que “A partir de eso, se puede ejercer la libertad de expresión, de prensa, de disentir, de ser minorías y reconocidas, a partir de los Acuerdos ha funcionado la alternabilidad del poder en todas las instancias, incluyendo la última elección presidencial” y ve con preocupación que este avance tenga un rompimiento irreversible.

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Por parte de ARENA, Margarita Escobar, expresó que las palabras de Bukele dichas desde la silla “usurpada” del presidente de la Asamblea supusieron una “jugada maestra que le falló”, debido a la unánime condena a este abuso de poder.

Haciendo uso del podio en el Salón Azul, los diputados dijeron cada uno en su estilo particular lo que consideraron no debe pasarse por alto ni olvidarse, y de paso recordaron a Bukele que el retorno a las armas solo lo lleva al camino de la “dictadura”.

“Si hay algo de lo que me arrepiento habiendo estado presente ese día, es no haberme parado de mi curul en el momento que el presidente de la República se sentó en la silla del presidente de la Asamblea y exigirle que abandonara el pleno legislativo por estar tomando atribuciones que no le correspondían conforme a la Constitución, y para las cuales el pueblo salvadoreño no lo había elegido, de eso sí puedo arrepentirme”, manifestó el diputado no partidario, Leonardo Bonilla.

Al evento de la Asamblea asistió el secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, a quien el diputado del PCN, Raúl Beltrhán Bonilla, instó a ponerse de pie, así como al diputado Mauricio Ernesto Vargas, de ARENA y a Carlos Ruiz, del FMLN.

“Estos hombres son referentes del fragor de la batalla, de lo intenso del fuego. Son los protagonistas que al final del camino usaron lo que Dios nos ha dado: la inteligencia, el razonamiento y el sentimiento para llegar al final feliz del conflicto, esa es la verdad de lo que hemos vivido”, les dijo.

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Aún más, Beltrhán Bonilla, expresó a las nuevas generaciones que si algo hay fundamental después de la vida, es “ser libres, libres del pensamiento, libres de la voz y eso hay que defenderlo a toda costa, cueste lo que cueste, no son días fáciles”.

Además de la plenaria especial, miles de salvadoreños marcharon en diferentes puntos del país para exigir un fin a los abusos de poder y su rechazo a la toma violenta de la Asamblea hace un año y un día.

 Miles de salvadoreños rechazan la militarización y los abusos de Bukele

En diversos puntos de la capital, se exigió el fin al odio y llamaron al silencio de los fusiles que vuelven a ganar protagonismo.

“Menos armas y más libros”, “9F nunca más”, “no a la militarización” o “prohibido olvidar” fueron algunos de los mensajes más comunes que se promovieron ayer durante las múltiples marchas en el marco del primer aniversario de la militarización de la Asamblea Legislativa por el presidente Nayib Bukele.

Este suceso dio la vuelta al mundo y provocó la condena inmediata de importantes personalidades y algunos de los más prestigiosos medios de comunicación del mundo. Legisladores estadounidenses condenaron el hecho casi al instante y el mismo gobierno de Donald Trump, que permaneció indiferente a golpes de Bukele, se vio forzado a reconocer el abuso de poder en mayo de 2020, cuando el Departamento de Estado agregó un apartado de la toma del Congreso en su certificación anual del país.

Pero dentro de El Salvador, la indignación no solo se manifestó en delegaciones diplomáticas o analistas políticos. Miles de ciudadadanos repudiaron el retorno al protagonismo de los fusiles en los asuntos políticos y denunciaron esto como un mensaje autoritario del presidente.

Y ayer, cuando la toma cumplía un año y en vista de que en ese periodo los abusos de poder no han cesado, miles de ciudadanos salieron a manifestar en diferentes puntos del país para exigir un cese a la senda autoritaria que Bukele parece transitar.

Tras 29 años de haber firmado el silencio de los fusiles, el excesivo protagonismo del gobierno salvadoreño a las Fuerzas Armadas y la instrumentalización de la Policía Nacional Civil marcan un duro retroceso que arriesga la frágil democracia del país y hace al país volver a plantearse términos que parecían ya superados, como “tiranía” o “dictadura”.

Ayer, la Coordinadora Nacional del Movimiento Popular, que sostuvo una manifestación en la plaza Gerardo Barrios del centro de San Salvador, se enfocó específicamente en exigir más educación e inversión en áreas sociales y menos fusiles y soldados.

“Militares nunca más”, manifestaban, hartos de la intimidación que el presidente ha hecho de sus críticos con la amenaza de la fuerza.

En otros puntos de la capital se pedía procesar al presidente y otros responsables del golpe al Legislativo y se exigía el fin del odio que promueve el mandatario y sus seguidores, el cual ya generó un fatal hecho de violencia el 31 de enero.