3 mitos sobre la salud del corazón

La invención no debe tener cabida cuando se habla de enfermedades de este órgano. Para evitar afecciones te invitamos a conocer la verdad en torno a la dieta que influye en él.

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Por Sara Castro / Clínica Mayo

2019-07-12 9:10:15

Es un precepto que para tener un corazón vigoroso se deben de cumplir, por lo menos, tres hábitos saludables: tener una dieta balanceada, hacer actividad física y evitar el consumo de tabaco.

Sin la práctica de ellos podrías desarrollar, con mucha facilidad, alguna enfermedad cardiovascular, como hipertensión arterial (presión alta), cardiopatía coronaria (infarto de miocardio), enfermedad cerebrovascular (apoplejía), insuficiencia cardíaca, entre otras.

Estos padecimientos cobran la vida de millones de personas, incluso la Organización Mundial para la Salud (OMS) declaró que para 2030, “casi 23.6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares”.

Para reducir las probabilidades de un diagnóstico perjudicial puedes iniciar con una buena alimentación, pero para ello también deberás aclarar los mitos en torno aquellas comidas que parecen ser aliadas y enemigas del corazón, pero son todo lo contrario.

¿Qué dicen los expertos?

Aceite de coco ¿alternativo?

La fama del aceite de coco ha aumentado en los últimos años, sobre todo, por sus beneficios en la piel. Pero es conocido también por ser un aliado en la cocina. A pesar de ello, los expertos aseguran que este óleo es “extremadamente alto en grasas saturadas y hasta puede superar en alrededor del 50 por ciento a la mantequilla”. Y aunque eleve los niveles del colesterol bueno, dispara también los malos. Según Clínica Mayo, los estudios sobre el aceite de coco no se han comprobado a gran escala en humanos, a diferencia de otras grasas naturales buenas para el corazón, como el aceite de oliva, el aceite de colza y los ácidos grasos de las nueces. Lo mejor será utilizarlo en pequeñas cantidades.

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¿Debes evitar los huevos?

El mito sobre este alimento es que las yemas contienen bastante colesterol, por lo que podría provocar algunas enfermedades cardíacas. Sin embargo, las investigaciones señalan que los niveles de colesterol “están más relacionados con las grasas ingeridas, como las saturadas y las trans, que con el colesterol mismo”. Y si a ellos se suma que el huevo contiene vitamina A y D y proteínas, pues en realidad se convierte en un amigo y no en un adversario de tu corazón. Bajo las recomendaciones de estudios se pueden comer diariamente huevos —y por supuesto sus yemas—, porque no hay ninguna relación entre este consumo y los altos índices de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Lo que debes evitar es incluir en tu plato de huevos, tocino y queso. Estos ingredientes sí aumentarán el colesterol por las grasas saturadas o trans.

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Suplementos de ácidos grasos ¿sí o no?

Los suplementos nunca serán igual a los alimentos. A pesar de ello, sí pueden contribuir a tu salud si no consumes nada de mariscos. Pero lo ideal siempre será que el omega-3 provenga de la alimentación y no de un frasco de pastillas. Los especialistas aseguran que comer pescado disminuye el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas. “(Los ácidos grasos) pueden reducir inflamaciones y disminuir los niveles de los triglicéridos, que son las grasas presentes en la sangre”, aclaró Clínica Mayo. Además, un estudio en 80,000 pacientes no encontró ninguna relación entre las grasas omega-3 y las enfermedades cardíacas. Así que no tengas dudas en incluir a tu dieta todos los alimentos que contengan estos ácidos grasos, como: pescado, mariscos, semillas, nueces, aceite de soya, yogur, etc.

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