La invención no debe tener cabida cuando se habla de enfermedades de este órgano. Para evitar afecciones te invitamos a conocer la verdad en torno a la dieta que influye en él.
Es un precepto que para tener un corazón vigoroso se deben de cumplir, por lo menos, tres hábitos saludables: tener una dieta balanceada, hacer actividad física y evitar el consumo de tabaco.
Sin la práctica de ellos podrías desarrollar, con mucha facilidad, alguna enfermedad cardiovascular, como hipertensión arterial (presión alta), cardiopatía coronaria (infarto de miocardio), enfermedad cerebrovascular (apoplejía), insuficiencia cardíaca, entre otras.
Estos padecimientos cobran la vida de millones de personas, incluso la Organización Mundial para la Salud (OMS) declaró que para 2030, “casi 23.6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares”.
Para reducir las probabilidades de un diagnóstico perjudicial puedes iniciar con una buena alimentación, pero para ello también deberás aclarar los mitos en torno aquellas comidas que parecen ser aliadas y enemigas del corazón, pero son todo lo contrario.
¿Qué dicen los expertos?
Aceite de coco ¿alternativo?
La fama del aceite de coco ha aumentado en los últimos años, sobre todo, por sus beneficios en la piel. Pero es conocido también por ser un aliado en la cocina. A pesar de ello, los expertos aseguran que este óleo es “extremadamente alto en grasas saturadas y hasta puede superar en alrededor del 50 por ciento a la mantequilla”. Y aunque eleve los niveles del colesterol bueno, dispara también los malos. Según Clínica Mayo, los estudios sobre el aceite de coco no se han comprobado a gran escala en humanos, a diferencia de otras grasas naturales buenas para el corazón, como el aceite de oliva, el aceite de colza y los ácidos grasos de las nueces. Lo mejor será utilizarlo en pequeñas cantidades.