La organización que inició bajo el liderazgo de Luis Poma y un grupo de empresarios, en medio del conflicto armado y tras el devastador terremoto de 1986, cumple hoy 35 años de trabajo en las comunidades más vulnerables. Bajo la presidencia de Ricardo Poma, FUSAL ha profundizado su impacto y es una de las instituciones privadas más activas en la ejecución de programas sociales.
En más de tres décadas, la organización ha canalizado, a través de su Programa de Ayuda Humanitaria y con el apoyo de la Salvadoran Humanitarian Foundation -SAHF-, más de $800 millones en donaciones a cientos de instituciones beneficiarias, tanto públicas como del sector social, que atienden situaciones de emergencia o a salvadoreños con enfermedades como el cáncer y la hemofilia.
A través de la gestión oportuna de donativos, FUSAL ha fortalecido a instituciones de rescate que brindan primeros auxilios y respuesta inmediata cuando acontece una emergencia. Entre estas organizaciones está el Cuerpo de Camilleros de El Salvador a quienes se les ha donado $100,000 en insumos de bioseguridad y equipo de trabajo para dar primeros auxilios en los últimos dos años.
“Estamos agradecidos como Cuerpo de Camilleros de El Salvador con FUSAL y sus donantes aliados por la entrega de insumos que hacen que nuestro personal pueda hacer su labor protegidos de las inclemencias y del COVID-19. Contar con estos recursos hacen que nuestro personal se sienta más motivado para continuar su trabajo ante cualquier emergencia”, destacó Giovanni Hernández, Jefe Operativo del Cuerpo de Camilleros de El Salvador.
FUSAL ha contribuido ágilmente a la atención de las necesidades derivadas de grandes emergencias como el terremoto de 1986, el huracán Mitch, en 1998, los eventos sísmicos del 2001 y la pandemia por COVID-19 en la actualidad.
Como respuesta a esta última crisis sanitaria, impulsó el Fondo de la Solidaridad, una estrategia para disminuir el impacto ocasionado por el COVID-19. A través de esta iniciativa logró consolidar la confianza de más de 30 donantes, entre organizaciones y personas, y recaudó $2.2 millones para la adquisición de más de 30 mil pruebas diagnósticas y 70 mil kits de protección para personal de primera línea, que fueron distribuidos en la red nacional de salud.
“Agradecemos a nuestras organizaciones socias, fundaciones aliadas, donantes y voluntarios por ser parte fundamental de esta historia, particularmente a nuestra fundación hermana SAHF, por su confianza en nuestra organización. Deseamos seguir trabajando juntos para construir un país más humano, solidario y con bienestar”, enfatizó Poma.
Inversión con impacto sostenible
Además de trabajar en ayuda humanitaria, FUSAL fue pionero en desarrollar, en 2004, un Programa de Primera Infancia para aprovechar los primeros 1,000 días de vida de los niños. A la fecha, 24 municipios del país han sido impactados a través de la atención con énfasis en nutrición y estimulación temprana a niños menores de cinco años y embarazadas.
Para hacer sostenible esta labor en el tiempo, FUSAL ha formado a casi 300 personas, quienes conforman un gran equipo de voluntarios comunitarios que comparten consejería y prácticas de vigilancia nutricional y estimulación temprana para seguir impactando a la niñez de esos municipios.
La inversión en educación también ha sido una prioridad para la organización. Desde 2006 trabaja en el cierre de la brecha digital con el apoyo de Fundación Telefónica y actualmente con el Programa ProFuturo. Como resultado de sus intervenciones han sido beneficiados más de 43 mil estudiantes.
Recientemente, para generar oportunidades de desarrollo en tres municipios de Usulután, FUSAL asumió la ejecución del Programa Horizonte, impulsado por la empresa de energía solar Neoen El Salvador. Durante los próximos 20 años, se espera invertir $10 millones en educación, salud y desarrollo local como parte de esta intervención.
“Es motivo de satisfacción atestiguar los resultados de nuestro trabajo en la vida de las personas. Por medio de nuestro programa de Ayuda Humanitaria, hemos apoyado a cientos de instituciones, principalmente hospitales nacionales, con insumos, medicamentos y equipo; más de 25 mil niños han recibido atención en estimulación temprana y nutrición gracias a nuestro programa de Primera Infancia; además, hemos fortalecido las competencias de alrededor de 10 mil docentes con el programa de Calidad Educativa”, enfatizó el presidente de FUSAL.
FUSAL EN 35 AÑOS
1986: Luis Poma reúne a un grupo de empresarios solidarios y fundan FUSAL, como respuesta al devastador terremoto de ese año.
1996 - 2001: se consolida el Centro de Capacitaciones Luis Poma; ejecuta programas de asistencia para los daminificados del Huracán Mitch; se construye la Residencial Libertad en Tonacatepeque para los afectados por el terremoto de 2001.
2003 - 2004: inicia el programa Libras de Amor para combatir la desnutrición infantil en el área rural.
2006: se inician los programas Municipios Emprendedores, Programa Proniño y ProFuturo.
2007 - 2011: se participa en el Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil; el programa Libras de Amor es calificado por el BID como una iniciativa innovadora e integral; se fortalecen 200 iniciativas de alto impacto en Morazán.
2012 - 2016: nace el Proyecto País e inicia transmisión del programa Sí Podemos, un espacio de televisión para promover estilos de vida saludables y desarrollo integral infantil.
2018 - 2019: inicia el Programa Horizonte en alianza con Neoen El Salvador y el Proyecto de Mejora de la Calidad Educativa.
2020: el Fondo de la Solidaridad recauda más de $2.1 millones para contribuir al combate de la pandemia del covid-19.
2021: inician proyectos para promover habilidades digitales y prevenir la migración en alianza con UNICEF y United Way.