La OMS indico en su más reciente informe sobre obesidad —publicado el 9 de junio de 2021— que en 2016 más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
Y resaltó que “la mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal (bajo peso)”.
A ello hay que sumar que durante la crisis sanitaria por covid-19, la cantidad de personas con sobrepeso habría aumentado, según el HealthScience Center de Houston.
En septiembre pasado, la UNICEF informó que 3 de cada 10 niños en Latinoamérica viven con obesidad, y lo atribuyen al incremento del sedentarismo en la cuarentena y a una dieta rica en grasas, sal y azúcares.
Para las autoridades de salud a nivel mundial, lo más alarmante es que la obesidad es un mal prevenible. Solo basta adoptar un estilo de vida más saludable.
Según la encuesta de Arka realizada en mayo de 2021, en la cual se entrevistó a 3000 hombres y mujeres mayores de 18 años en la región, 9 de cada 10 centroamericanos consideran que deben comer más saludable de lo que ya lo hacen. Entonces, ¿por qué no lo hacen?
La OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Clínica Mayo de EE. UU. promueven en sus plataformas una serie de tips que abonan a una dieta nutritiva y saludable.
Dicho plan no tiene por qué ser costoso ni aburrido, sino más bien un reto a la creatividad y la economía doméstica. Además, se debe ser consciente que es un proceso de reeducación en el que toda la familia debe trabajar y en el que hay que sumar la actividad física. Obviamente, lo ideal es contar con la asesoría de un nutricionista.
En su momento, la OMS resaltó que en tiempos de covid-19 es importantísimo alimentarse sano, para “el buen funcionamiento del sistema inmunitario”. Además, el sobrepeso es sinónimo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, la apnea del sueño y los accidentes cerebrovasculares (ACV).
Entre los tips que la OMS promueve figuran consumir a diario cereales integrales, legumbres, frutas y verduras; reducir el consumo de sal; moderar el uso de grasas y aceites; limitar la ingesta de azúcar; beber suficiente agua o líquidos; y evitar en la medida de lo posible el alcohol y el cigarro.
Ahora bien, los padres deben recordar que los hijos los imitan en todo, por lo tanto es vital que ellos sean los primeros en cambiar su dieta. En lugar de un desayuno sobrecargado de grasas, harinas, sal y azúcar, pueden optar por unos huevos con salsa roja o verde, o unos frijoles guisados hechos en casa.