El “sábado dorado” de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 que tuvo como protagonistas a Roberto Hernández, Yuri Rodríguez y Paulina Zamora se consolidaba en horas de la tarde-noche con la confirmación y la entrega de las medallas a los atletas y justamente esos momentos después del triunfo son los que recordó “Nina” en sus redes sociales.
La salvadoreña no pudo ver cumplido su sueño de competir en la gimnasia, a pesar de haber regresado en dos oportunidades a la práctica de ella, tras sendas lesiones en sus rodillas, dejó de lado esa disciplina deportiva para enfocarse en su vida personal en el continente europeo, cuando comenzó a practicar el Pole Dance, la combinación de ambos derivó en su participación en Lima 2019.
“Hoy se cumple un an??o de la experiencia ma??s hermosa y gratificante de mi vida ???? ese di??a senti?? que toque?? el cielo. Oro panamericano, histo??rico para mi pai??s que tanto amo”, escribió la medallista dorada en su cuenta de Instagram, que acompaña un video sobre esos momentos que ahora la llenan de orgullo.
Paulina volvió de Europa al país en el 2017, para fundar con la ayuda de su madre, la academia Peace and Pole by Nina, a donde da clases por las mañanas y las noches, modelo que ha cambiado debido a la pandemia del coronavirus y ahora las clases las realiza de manera virtual para quienes quieran aprender esta exigente disciplina.
Igualmente, no ha dejado la oportunidad de mantenerse en buen estado físico realizando importantes rutinas de ejercicios desde diferentes locaciones, como son su hogar o un rancho en la costa salvadoreña, que igualmente comparte con sus seguidores en las redes sociales, preparándose para la que podría ser su única competencia en el año, el evento Olympia Pole Fitness, del que recibió invitación recientemente.
Pero un año ha sido rápido para la campeona, y Paulina acepta que “lo que más ha cambiado después de ese momento, de ese gran logro”, a pesar de ser una atleta que siempre se ha tenido “mucha fe” y ha sido “alguien que sueña en grande y trabaja muy duro”, es que comenzó “a confiar aún más en mis capacidades, a sentir que realmente el cielo sí es el límite, o sea que no hay límite realmente”, dijo en declaraciones a CANCHA.