Dos hoteles propiedad del astro argentino, Leonel Messi, ofrecen una experiencia única a los huéspedes para cuando gustan refrescarse en las piscinas de las instalaciones.
Los hoteles se encuentran en Ibiza y Mallorca y operan como parte de la cadena hotelera MIM Hotels (Majestic i Messi Hotels), gestionada desde 2017 por Majestic Hotel Group.
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En las piscinas han sido instaladas luces especiales, las cuales crean el efecto constelación, es decir, quien observe el agua de noche sentirá que en realidad está mirando un cielo estrellado.
Pero no solo eso, sino que quienes se zambullen en las aguas de la piscina del MIM Ibiza puende disfrutar de la música de un DJ bajo el agua, gracias a la implementación de tecnología que permite oír sonidos de manera submarina.
“Dentro del agua, el sonido viaja mucho más rápido que en el aire, así que no solo lo escuchas con tus oídos, sino también a través de tus huesos”, explicó en 2016 Joel Cahen, fundador de Wet Sounds, una de las compañías detrás de este nuevo avance, y que ya en ese entonces prometía extender esta experiencia en un futuro a cadenas de hoteles.
Tras el cierre forzado del turismo por la pandemia de Covid-19 el astro argentino decidió renovar las instalaciones, y ese ha sido uno de los logros.
El hotel de Ibizia reabrió sus puertas la semana pasada, mientras que el de Mallorca lo podrá hacer a partir del jueves.
Messi compró el hotel de Ibiza en 2018. El complejo se halla a metros de la playa y del mar Mediterráneo. Cuenta con 52 habitaciones que rondan entre los 225 (227) y 526 euros (647 dólares) por noche. La más cara es la suite presidencial. Además, cuenta con una moderna decoración, spa y gimnasio, entre otras comodidades. En 2020 adquirió el Fona Mallorca, ubicado en la localidad de S’Illot y a 50 metros de la playa de Sa Coma. Cuenta con 98 habitaciones, spa, gimnasio, dos piscinas y un bar-restaurante de comida mediterránea con vistas al mar.
En total, la cadena de hoteles de Messi está conformado por cuatro hoteles, sumado a uno ubicado en Sitges, Barcelona, que le costó cerca de USD 30 millones en 2017.