Fred VanVleet, jugador de los Toronto Raptors, sufrió la noche del viernes, en el cuarto juego de las finales de la NBA, un impactante codazo en el rostro que de inmediato lo mando a la duela del Oracle Arena. Shaun Livingston, de los Golden State Warriors, fue el “agresor”.
Apenas se jugaba el tercer minuto del cuarto cuarto del partido y Livingston, al ver que su equipo estaba en desventaja por 12 puntos (82-70), intentó colaborar con una canasta de dos puntos, al penetrar al aro, pero no contaba con que Serge Ibaka se le iba a interponer.
Recibió la falta del hispano-congoleño, pero cuando Livingston tiró el balón, su brazo izquierdo impactó, sin ninguna mala intención, en el rostro de VanVleet, quien de inmediato cayó al suelo y empezó a sangrar.
El jugador no hizo nada, sabía que tenía una cortada, pero en el video se logra ver cuando lleva su mano a la boca y ahí se enteró que del golpe también le habían botado un diente, el cual nadie lo había visto, ya que el partido se iba a reanudar tras la atención médica al jugador en la cancha.
El basquetbolista canadiense lo tomó con humor después de recibir siete puntos de sutura abajo del ojo derecho: “Espero que la próxima vez que me veáis esté solucionado. Lo peor fue verme obligado a abandonar el partido. Cuando estaba en el vestuario tenía mucha prisa para volver al banquillo con mis compañeros, pero por suerte ellos se encargaron del asunto”, dijo al final del partido que ganó su equipo los Raptors y con ellos ponen la serie 3-1 a su favor y si el lunes vuelven a derrotar a los Warriors, ese diente habrá valido una corona para el quinteto canadiense.