A más de dos años después de la desaparición del piloto Laurent Pasquali, la policía francesa ha dado con el asesino. El competidor de GT no dejó rastros ni huellas, y su cuerpo fue encontrado descuartizado un año después.
La investigación comenzó en 2019, y, este año, por fin han dado con los culpables. Según publicó el medio Le Parisien, se trata de un caso de ajuste de cuentas en el que un sicario, que formaba parte de una organización relacionada con la masonería, mataba a deudores.
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El principal sospechoso es un exagente de la Dirección General de Seguridad Exterior de Francia, y comandante del servicio de inteligencia de ese país, quien, además, admitió ser el asesino.
La identidad no ha sido revelada, pero se conoce ya que este fue el que le dio un disparo mortal a Pasquali antes de descuartizarlo y repartir sus restos por distintas partes de un bosque ubicado en Cistriéres, a donde se encontró la cabeza en 2019.
Pasquali debía 200,000 euros a un patrocinador por un dinero prestado para poder participar en un campeonato y L’Equipe, otro medio francés, develó que tanto amigos como cercanos y excompañeros le habían advertido que no se metiera con prestamistas.
“Le dije que debía dejar de meterse en líos. Pensé que (tras su desaparición) había rehecho su vida en un país pequeño y agradable”, declaró Christophe Lapierre, excompañero en el equipo Racing.
“Habría hecho cualquier cosa por competir. Guardaba sus actividades en secreto. Era difícil distinguir la verdad de lo falso. Evitaba preguntarle. Se veía que no quería decirme mucho más”, comentó Ebrahim Sammour, su exjefe en el equipo HighTechPro.