La Selecta se hunde en la marea roja de Panamá y abandona el sueño mundialista

Once segundos de gloria de Jairo Henríquez no le bastan a la Selecta para seguir con vida en la Octagonal. Panama puso la jerarquía para darle la vuelta al marcador.

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Por Mario Reyes

2021-11-16 9:16:54

Un gol de vestuario de Jairo Henríquez y las milagrosas atajadas de Mario González fueron insuficientes para sostener a El Salvador en la tormenta futbolística que padeció anoche en el Rommel Fernández, ante una Panamá agresiva tras la afrenta tempranera y decidida a remontar, continuar su camino hacia el Mundial 2022 y dejar sin signos vitales a la Selecta rumbo a Qatar.

Arranque marcado por los fuegos artificales, la lluvia panameña que duró medio día, una humareda que no permitía ver nada desde lejos, y un gol que tomó demasiado por sorpresa a la zaga canalera.

Jairo Henríquez hizo arte en medio de la niebla, gracias a su astucia tan solo iniciado el encuentro.Tras sacar desde el centro del campo e intentar los panameños un trazo largo, el cuscatleco brincó, bloqueó y se quedó con el balón, avanzó con él y sin encontrar socio llegó hasta el área y soltó un disparo que ayudó a meter el travesaño y un aturdido Luis Mejía en su vuelo. Todo, en apenas 11 segundos de fútbol.

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El gol fue mucho mérito de El Salvador, pero no lo suficente para evitar la embestida panameña, que ya se anticipaba con o sin el gol de Henríquez. Catorce minutos después del 0-1, Omar Browne avisó de qué iba la respuesta canalera con un tiro desde fuera del área, que atrapó Mario González sin problemas.

Más tarde amenazó Fajardo en dos ocasiones, primero tras un contraataque que terminó en tiro desviado, al 15’, y luego en una acción que cortó otra vez González.

En medio de eso, El Salvador pudo respirar al estar atento para una contra. Otra vez Henríquez, que robó y se comió la banda derecha pero sin decidirse a entregar el balón, así que acabó con un tiro malísimo que cruzó frente a la portería. Antes, Joaquín Rivas amenazó sin conseguir un buen remate al arco.

Panamá retomó su monólogo y solo el portero González supo contestarles con sus estiradas y vuelos prodigiosos. Le negó un tanto a Carrasquilla de larga distancia al 28’ y volvió a estirarse al 32’. En el añadido, pasó el susto de un tiro de esquina que estrelló en el poster y que Larín impidió que entrara a gol, y luego dio gracias al cielo que un bombazo de Aníbal Godoy pegara en el travesaño.

Si Panamá no lo ganaba al descanso fue por pura mala suerte y por las benditas manos de Mario González. El problema estuvo en la media con Bryan Landaverde, al que le quedó grande el partido y nunca supo acomodarse en un rol que le exigía más pierna fuerte y excelente colocación, de las cuales no mostró ninguna en 45 minutos.

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Si no fue sustituido fue por gracia del entrenador Pérez, que lo aguantó hasta el final de la primera parte hasta que lo removió por Darwin Cerén. También entró Walmer Martínez para suplir un Joaquín Rivas que tuvo otra actuación decepcionante en el frente del ataque. Ya eran la segunda y tercera sustitución, respectivamente, porque al 37’ salió lesionado Eriq Zavaleta y ceder su puesto a Eduardo Vigil.

El central salvadoreño pagó caro la diferencia de estatura con los delanteros panameños cuando estos, tras el descanso, le apostaron más al juego aéreo dentro del área. Dicho y hecho, Panamá cobró su superioridad y logró remontar el partido: primero, Cecilio Waterman llegó a su sexto gol en la octagonal ganándole en el salto en su duelo personal con Vigil; y luego, en doble cabezazo en el área, Freddy Góndola remató un centro de Michael Murillo y hundió el balón ‘de palomita’ sin que Vigil pudiera hacer nada.

De inmediato, El Salvador consiguió tener un poco más la pelota, porque Panamá bajó un poco las revoluciones, pero no le alcanzó tampoco para hilvanar una buena jugada que recordara siquiera a las tres de peligro que generó al principio.

Mario González también aportó al ‘dejá vù’ costarricense cuando al 60’ estuvo a milímetros de que se le sancionara un penal contra Fajardo, aunque el árbitro, por mala posición o por que así lo decidió, no determinó falta intencional del arquero.

También hubo polémica en la otra área cuando Alex Larín fue bajado en el área y Ortiz no pitó nada,al 75’.