La Selecta dejó muy avanzada la tarea cuando viajó a San Cristóbal y Nieves y se impuso por 0-4. Ayer, ante su afición, en el estadio Cuscatlán, selló el boleto para la octogonal final, a donde ya asustan. Buscará uno de los 3 boletos directos (habrá uno en repechaje). Ganó por 2-0 un partido que pudo ser una goleada histórica, pero le alcanzó para llegar a 250 tantos en eliminatorias.
Con los deberes casi hechos, la confianza adquirida bajo un estilo que imprime Hugo Pérez de presionar arriba, de proponer, el equipo cuscatleco terminó de certificar su pase a la última etapa de las eliminatorias de la Concacaf, algo que no ocurría desde que peleaba por ir al Mundial de Sudáfrica 2010.
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Lo hizo, además, con nota sobresaliente en cuanto a las estadísticas: por un lado, no recibió goles en esta segunda etapa. Por el otro, anotó 5 y, además, certificó un boleto que ya tenía previo a que la Concacaf se inventara un nuevo formato. Era sexto en el ránking. Ahora certificó que, al menos, merece estar peleando entre los ocho mejores.
Con Pérez, todos han sido triunfos: 7-0 a Islas Vírgenes, 3-0 a Antigua y Barbuda, y 4-0 y 2-0 (anoche) a San Cristóbal. Pero también dejó sensaciones de debilidad atrás. Con poco, los caribeños le generaron. Y, aunque la cuota de tantos fue alta, pudo ser mucho mayor pero la dirección no estuvo del todo afinada en algunas clarísimas.
Ayer, asustó primero San Cristóbal, que parecía llegar con todo al Cuscatlán, con la misión de arruinar la fiesta comenzada el sábado pasado. Un remate de Yohannes lo contuvo fácil el meta González, quien luego se agigantó al taparle el mano a mano a Freeman, tras una pifia en el rechazo de Zavaleta.
Fue todo en el primer tiempo para San Cristóbal, mientras que El Salvador llegaba por las bandas con Jairo Henríquez, y con Tamacas y Joshua Pérez (por derecha.) Además, probaron de media distancia Cerén, Larín, Portillo y Monterroza. Este estuvo cerca, pero el meta Julani desvió a tiro de esquina.
Todo lo destrabó Jairo, cuando se escapó por izquierda al 24’, y centró a segundo poste, a donde Joshua apareció cayéndose pero la mandó al fondo. La fiesta se armó con todo, y parecía que sería goleada al final, pero se acabó la puntería. Estuvo muy cerca Rugamas en un par de ocasiones, incluidos dos cabezazos y un remate, y Darwin, en un tiro centro que se desvió y al que alcanzó a llegar el arquero rival. Y luego, estuvo cerca en dos remates Pérez, desde un costado del área.
Para el complemento, de nuevo comenzó a encimar San Cristóbal, pero luego se volvió a echar totalmente atrás, con todos sus hombres en su campo. El panorama parecía por fin despejarse para tranquilidad al 50’, cuando Tiquanny bajó en el área a Bonilla. Él pidió el penal, pero lo tiró a las gradas y bajó la silbatina generalizada.
Después, pareció que el equipo nacional se sintió presionado, o que se contagió de la mala puntería, porque tuvo múltiples ocasiones para aumentar la cuenta. Se lo perdió Bonilla (se lo quitó el arquero) y dos veces Mayén.
“Sólo falta que les empaten”, se escuchó a lo lejos como reclamo de la afición. Pero lo cierto es que la eliminatoria estaba ya sentenciada, y la cereza al pastel la puso Mayén al 87’, con un doble remate en el área. El Salvador, a la octogonal, tras una buena etapa con Pérez, más allá de que anoche dejó mucho qué desear en definición, y en algunos momentos en defensa. Pero propuso, generó y tuvo hasta para empalagarse de goles.
