Un día como hoy, pero de 1997, la Selección Nacional de El Salvador recibió a Jamaica como parte de las Eliminatorias Mundialistas rumbo al mundial de Francia 98.
De ganar ese cotejo la Selecta dependía de sí para poder clasificar a su tercer mundial en la historia.
En ese entonces los caribeños ya tiraban de sus figuras con actividad en la Premier League para fortalecer su plantilla. Con Jamaica vinieron auténticos pesos pesados como Deon Burton (Derby County) o Robbie Earle (Wimbledon).
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La Hexagonal Concacaf estuvo muy apretada en ese entonces. Como en pocas ocasiones.
El juego comenzó de cara para la Selecta con un gol del brasileño nacionalizado Nidelson Silva De Melo, con una maniobra que describe una clásica "planchita" o "palomita" en el área de los grandes acontecimientos.
Pero Jamaica, que buscó evitar perder ese partido, igualó las acciones rápidamente gracias a un tanto de Burton. La contra fue su única estrategia efectiva.
Para terminar de liquidar los ánimos de un Estadio Cuscatlán repleto, otro delantero, Paul Hall, puso el 1-2 en favor de los caribeños. Nadie podía creer que el partido que debía ganar la Selecta ante su gente lo perdiera de esa manera.
Finalmente el gran Waldir Guerra anotó el tanto del empate con el que El Salvador salvó el honor, sin embargo, perdió por completo la posibilidad de ir al mundial. Tras ese partido la tabla quedó así: 1- México (17pts), 2- Estados Unidos (14p), 3- Jamaica (13p), 4- El Salvador (10p), 5- Costa Rica (9p) y 6- Canadá (6p).
Si la Selecta vencía a Jamaica le pasaba a los "Reggae Boyz" en la tabla por diferencia de goles.
Tras el fatídico resultado El Salvador debía golear en la última fecha de aquella Hexagonal como visitante a Estados Unidos y esperar a que Jamaica perdiera (de preferencia por goleada) de visita ante México.
Ninguna de las dos cosas ocurrió. Estados Unidos nos liquidó 4-2 y los jamaiquinos empataron a cero con México. Ya el empate les daba el pase a los caribeños sin importar qué resultado sacara la Azul en suelo norteamericano.
Muchos recuerdan esto como el momento más emocionante previo a un juego y el más amargo tras su conclusión.
Los "hubieran" no existen... pero si el Dr. Iraheta Sanabria hubiera cometido la vital falta a Hall para evitar que marcara el segundo, seguramente la historia era otra. El Salvador dominó ese partido, y aún con diez, capaz lo sacaba adelante tirándose atrás y jugando a la contra; cosa que nunca hizo con Milovan Djoric al frente.