Edgar Alguera fue un portero formado en las escuelas del ADET con el profesor Víctor Pacheco, estuvo también en la Selección Nacional Sub 20 de El Salvador pero en 1997 se fue a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
En la Azul fue entrenador por el finado Raúl Magaña, pero su futuro decidió seguirlo construyendo en el país norteamericano.
Allá, en California, tuvo la oportunidad de compartir tiempo con Ronald Cerritos, otrora delantero del San José Clash, denominado ya desde hace años como San Jose Earthquakes. Tiempo después se casó con la salvadoreña Magdalena Mercado y tuvo a los pequeños Diego Alguera y Damián Alguera, este último lo formó desde muy pequeño como futbolista.
Edgar explica que desde temprana edad, entre 3 y 4 años, ayudó a Damián para que pudiese jugar fútbol y formarse como tal. Damián al principio jugó como futbolista de campo, pero hubo un día en el que confesó a su papá que "quería ser portero", tal y como en algún tiempo su padre logró serlo.
Pero Edgar le dijo al pequeño Damián, asustado, que "no eligiera esa posición, ya que es muy criticada y juzgada por todo el mundo". Pero Damián ya tenía elegido ser portero, esa posición ingrata en la que según su padre "puede pasar rápidamente de "héroe" a "villano".
Damián comprendió los riesgos y fue formado desde su infancia, horas y horas por su padre como mentor. A Edgar le decían "que estaba loco, que por qué invertía tanto tiempo en ayudar a Damián para que fuese portero".
Mas Edgar estaba seguro de lo que hacía, y al llegar del trabajo, todos los días, ayudaba a Damián a conocer los fundamentos del deporte y a cómo ser un buen jugador. Con el paso de los años el fruto de su esfuerzo fue visto y Damián logró ingresar en 2019 a De Anza Force.
Estando ahí llamó la atención del Kansas City Academy, pero San Jose Earthquakes ya había posado sus ojos en el pequeño Damián y lo ingresaron a sus academias por la regla del "Home Rights" la cual señala que si algún futbolista vive a 75 millas del estadio le pertenece por defecto al club en cuestión. Así que Earthquakes el pasado año se hizo con los derechos del pequeño Damián, quien recientemente acaba de cumplir 17 años de edad.
Ya del mismísimo FC Barcelona han seguido comunicándose con Edgar por su hijo, pero él dice "que espera a que el joven portero cumpla los 18 para que pueda firmar su contrato profesional con el equipo San Jose Earthquakes o con algún otro europeo".
Según el padre de Damián, Albert Puig quien fue director de La Masía, le ha dijo que ve en Damián a un portero con grandes condiciones y buscó que se fuera al FC Barcelona. En una prueba Damián jugó hasta con la promesa Xavi Simons. Damián cumplió con todos los requisitos FIFA, pero no pudo con el del pasaporte europeo, eso evitó que se marchara al equipo azulgrana.
Esa, considera Edgar, fue otra señal para que Damián se quedara a pulir sus cualidades físicas y tácticas para entonces estar listo cuando le puedan fichar desde el viejo continente.
Hasta múltiples representante se ha puesto en contacto con Alguera para preguntar por su hijo.
Por ahora Damián ha estado inactivo ya que los juegos de las reservas de los clubes están detenidos, pero él se mantiene siempre entrenando por su cuenta en plena pandemia para soñar con lo que siempre anheló: jugar al fútbol de forma profesional.
Damián dice que no tiene ningún apodo, pero su papá lo interrumpe y le dice que los del Barcelona le decían: "El Melena".
Dice Edgar que "a Damián le gustaría empezar jugando en Centroamérica con el Saprissa de Costa Rica", su referente internacional bajo palos es ni más ni menos que el arquero del PSG: Keylor Navas.
Damián admite que Navas es su modelo a seguir, pero en cuanto al fútbol salvadoreño, el cual reconoce que le ha sido difícil de seguir, cree que un gran portero es Mario González, por "cómo se desempeña en el campo y por la actitud que tiene".
Hugo Pérez, entrenador de la Selecta Sub 23, tiene su mirada sobre Damián para la Azul Preolímpica.
"Quiero ser campeón centroamericano", le dijo Damián a su padre. El joven golero está convencido de poder representar a la Selección Nacional y espera pronto sumarse a los entrenos de la Preolímpica acá en El Salvador.
Damián sabe que es una posición muy difícil y que será muy criticado, pero que está dispuesto a tomar los riesgos así como en su momento lo hizo su padre. Damián está entusiasmado con vestir la Azul y Blanco y representar a El Salvador. Ya tiene su pasaporte salvadoreño en mano y espera dar lo mejor de sí por nuestro país.