Luego de superar la recordada eliminatoria contra Honduras, que para los libros y la historia colectiva quedó como “la Guerra del Fútbol”, se tenía que pasar una última ronda eliminatoria para avanzar al Mundial, el rival, la siempre compleja Haití.
En esta última instancia, se mantenía la regla de la época que para avanzar, había que ganar por puntos la serie, no por goles como es en la actualidad y en caso de igualdad de puntos, se jugaba un tercer partido en sede neutral, tal como sucedió ante Honduras, se repitió la historia contra Haití.
Haití llegó a esta serie, luego de haber eliminado a Guatemala y Trinidad y Tobago en la ronda de grupos y dejar en el camino a los Estados Unidos, por dos victorias (2-0 y 1-0) en la segunda ronda.
El primer partido de la serie fue el 21 de septiembre de 1969, en un repleto estadio Silvio Cator, con 10,415 personas, la selección salvadoreña ganó por 2-1, gracias a un tiro libre de Élmer Acevedo al 43′, Joseph Obas empató al 59′. Pero Mauricio “Pipo” Rodríguez anotó sobre el 62′ el definitivo 2-1.
Un día como hoy, se conmemora 50 años de una gesta heroica al clasificar por primera vez al Mundial de México ’70 pic.twitter.com/SH6974Fmz3
— La Selecta (@LaSelecta_SLV) October 8, 2019
Una semana después se jugó el partido de vuelta en San Salvador, con un Estadio Flor Blanca (hoy Jorge “Mágico” González) que contabilizó 36,403 aficionados en sus gradas, terminó en una sorpresiva derrota por 0-3, luego de las anotaciones de Jean-Claude Desir, Guy Francois y Claude Barthlemy, lo cual terminó provocando el tercer partido.
El encuentro fue en el Estadio Nacional de Kingston, Jamaica, el 8 de octubre de 1969. 6,742 aficionados estaban en las localidades del estadio para presenciar un parejo cotejo que terminó sin goles tras el tiempo regular, lo que llevó a tiempo extra, allí apareció la figura de Ramón “Mon” Martínez, como ya lo había hecho contra los catrachos, anotó un certero cabezazo tras córner de Acevedo sobre el 104′.
En la lejanía, la afición salvadoreña, como no podía ser de otra manera, se había emocionado y salió a las calles a celebrar para convertir en héroes a sus jugadores, era la ansiada primera clasificación al Mundial. Gregorio Bundio era el DT y José Santacolomba, su asistente.