Hace apenas cinco años, Marcus Willis estaba en pleno ascenso en el mundo del tenis. Era el 772 del ranking mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales y se enfrentó, en Wimbledon nada menos que ante su majestad, el red de ese Grand Slam, el suizo Roger Federer.
Sin embargo, la vida da vueltas, y no siempre para bien, o para lograr el tan ansiado éxito deportivo. De hecho, poco después tuvo que dejar el tenis, y pasó a trabajar como albañil en una obra de su primo.
En 2016, este maestro de tenis decidió meterse más de lleno en el deporte y, tras mucho esfuerzo y sacrificio, logró superar siete partidos de la fase previa de Wimbledon.
En esa racha, venció nada menos que a dos top 10, Daniil Medvedev y Andrey Rublev, antes de meterse al cuadro final para vencer a Ricardas Berankis.
Fue entonces que logró el tan ansiado pase a la segunda ronda para jugar contra el suizo, ante el que perdió por 0-6, 3-6, 4-6. Despachado del evento, luego recibió el reconocimiento al “Mejor Golpe de Wimbledon” por un globo que le hizo a Federer.
Con apenas 25 años, lo lógico es que su carrera tomaría un giro positivo desde entonces. Sin embargo, jamás logró estar ni siquiera entre los 100 mejores pese a que dejó grandes destellos en la cancha más allá de ese golpe maravilloso.
Dejó de ser el tenis profesional su vida y anunció su retiro ayer. “Lo llevo pensando un tiempo y creo que me costaría demasiado dinero a lo largo de los próximos años. Incluso si aceptara algún patrocinio”, sostuvo.
“Creo que se volvió muy difícil para nosotros por los pocos puntos que nos dan en los niveles más bajos. Es algo que tienen que revisar. No debo ser el único en esta situación y es incluso es peor para las mujeres. Si hubiera estado en buen nivel me habría llevado dos años estar donde me hubiera gustado”, mencionó.
Para la mayoría de tenistas, es casi imposible meterse a los Grand Slam, los Masters 1000, los ATP 500 y 250, que “es donde está el dinero”, acotó.
Por ello, su último torneo fue un dobles en Grecia hace dos meses, y, tras ello, decidió ponerse a colocar ladrillos con su primo. “Tengo una familia de la que cuidar y soy mayor. Lo que me preocupa es que vas a ver a más jugadores de todas las edades dejando el deporte. Tenés que jugar más torneos para conseguir más puntos y para sobrevivir necesitas más ayuda financiera”, concluyó.