OPINIÓN: Internas eternas en la Selecta y la Primera División

"Ese antagonismo, hoy bautizado como “el enemigo de adentro” no es novedad en el fútbol salvadoreño, pero sí lo es para este nuevo proceso de Hugo Pérez", expresa el editor de CANCHA, Gustavo Flores tras la fecha FIFA

descripción de la imagen
Enrico Dueñas y Darwin Cerén en el partido de la Selecta ante México. Foto EDH / Jonatan Funes

Por Gustavo Flores | Twitter: @Gusflores21

2021-10-15 5:55:37

No ha quedado un buen sabor de boca después de esta triple fecha de eliminatorias que, curiosamente, había arrancado de la mejor manera, con el triunfo ante los panameños en el Cusca.

Demasiadas tensiones y rispideces fuera de la cancha y dos malos partidos desde los futbolístico, enturbiaron un proceso que no se había contaminado, hasta ese momento, del ambiente tóxico que se suele dar históricamente en la Selección, y el constante rifirrafe con los equipos de Primera División: la interna eterna.

Las frases que dejó la derrota de la Selecta ante México

Ese antagonismo, hoy bautizado como “el enemigo de adentro” no es novedad en el fútbol salvadoreño, pero sí lo es para este nuevo proceso de Hugo Pérez. Antes, a no olvidarse, hubo de todo: procesos que no se respetaron, negativas de los equipos a prestar jugadores y a coordinar calendarios, y hasta el colmo de pedir públicamente una “cabuda” para echar a un entrenador y pagarle su indemnización. El damnificado siempre es el mismo: el seleccionado de El Salvador.

Más allá de las bajas y los errores arbitrales que perjudicaron notablemente a El Salvador, también hay que decir que la Selecta mostró un retroceso en cuanto a su juego. Prueba cabal fue el partido ante los mexicanos, muy lejos de aquel gran partido (con otros nombres, es cierto) jugado hace apenas tres meses en la Copa Oro, donde la Selecta tuvo a maltraer al Tri. Nada parecido a eso se vio el miércoles en el Cusca.

Walmer Martínez de la Selecta durante el partido ante México del Octogonal Final de Concacaf. Foto EDH / Jonatan Funes

Para cerrar al final de la jornada, una amenaza de intervención que, si se llegara a dar, no traerá nada bueno para el fútbol y el deporte salvadoreño. Ya está comprobado en todos los países que fueron intervenidos y suspendidos por FIFA, lejos de haber sido solución, lo único que se logró fue profundizar los problemas.