Salir de la pobreza gracias al rugby

Una asociación venezolana ayuda a jóvenes compatriotas a buscar un mejor futuro en Europa, a través del deporte

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El rugby ayudó a varios a salir de la pobreza de Venezuela y a migrar a Europa. Foto EDH/EFE

Por Wilfredo Hernández / EFE

2021-03-03 2:57:54

A Leandro, un joven venezolano jugador de rugby, la situación en su país le llevó a querer migrar y, gracias a la ayuda de una asociación alemana, él, como otros jugadores, ha conseguido salir de la pobreza en Venezuela y vivir en Europa.

En su país, donde una de cada tres personas no puede consumir los mínimos nutricionales necesarios según un informe de 2019 del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, tal y como explica Leandro en una entrevista en línea con Efe, encontrar oportunidades para salir no es sencillo.

La asociación Orquídeas Negras, fundada en Berlín por jugadores de rugby que emigraron de Venezuela, financia e invita una vez al año a jóvenes talentos venezolanos para que jueguen con su equipo -también llamado Orquídeas Negras- en torneos internacionales en Europa con el objetivo de que algún entrenador se interese por ellos, les ofrezca un contrato y, así, se puedan quedar en Europa.

Este es el caso de jugadores como Leandro o Emmanuel, dos jóvenes venezolanos que ahora viven en Polonia y Alemania, respectivamente.

Leandro lleva desde 2017 jugando en el equipo Juvenia Krakow de Cracovia (Polonia), después de que tras jugar en el torneo con Orquídeas Negras le ofrecieran un contrato.

Explica que, después de que el entrenador de Orquídeas Negras le explicara su situación al entrenador polaco, como parte del contrato le ofrecieron el pago de una vivienda mientras le ayudaban a encontrar trabajo y también ayuda para conseguir el visado.

"Cuando llegamos a Europa no tenemos la intención de volver a Venezuela", comenta. "Obviamente, nadie pensando en un tema de inmigración ilegal, pero sí pensando que los clubes de rugby nos puedan ofrecer este tipo de cosas, como la ayuda para conseguir los papeles, que es de lo más complicado".

Explica que, aunque en su caso la asociación no le pagó el vuelo porque él pudo permitírselo, en la mayoría de los casos Orquídeas Negras financia el billete, la estancia y todo lo que necesiten los jugadores.

"Hay muchos que se vienen con la ayuda total de Orquídeas Negras, que si no hubiera sido por ellos no hubieran tenido la posibilidad ni siquiera de cruzar el océano, por un tema económico", señala.

"Si no hubiera sido por Orquídeas Negras no estaría viviendo en Europa. De hecho, si estoy jugando en el equipo de Cracovia es por la oportunidad de haber jugado con ellos", comenta.

En el caso de Emmanuel, indica que una vez que llegan a Europa, la asociación no los deja "tirados" aunque ningún equipo se interese por ellos durante el torneo, que suele durar una semana.

"Sabes que aunque en este torneo no te fiche ningún equipo, no te van a dejar tirado. Como poco, sabemos que un sofá siempre tenemos". Además comenta que los ayudan a reubicarlos en otros clubes o a presentarlos a otros torneos para que se den a conocer.

El proyecto Orquídeas Negras surgió en 2011 y desde 2020 es una asociación registrada en Alemania con sede en Berlín. Comenta que en un principio estaba formada por cinco jugadores, pero hoy en día la conforman más de 100 miembros -en su mayoría, antiguos jugadores de la selección nacional de Venezuela- y, son ellos quienes, a nivel personal, aportan dinero anualmente a la asociación.

"El dinero para financiar los viajes a estos jugadores ha salido siempre de nuestro bolsillo", indica Pedro Altuve, presidente de Orquídeas Negras. Comenta que, aunque han conseguido patrocinadores como Samsung, Europcar o Diesel, esperan seguir creciendo y conseguir más patrocinadores que contribuyan a la financiación de los jugadores.

El presidente de la asociación comenta que el rugby, además de un deporte, es una herramienta de educación y de desarrollo integral de la personas, que transmite valores como el trabajo en equipo o la disciplina y que, como mínimo, puede dar la oportunidad a jóvenes venezolanos de que mientras van al campo a jugar les sea más fácil sobrellevar la realidad en la que viven.

"La idea es transmitir que el rugby ayuda, que da oportunidades, que te enseña un camino. En Venezuela desgraciadamente tenemos pocas oportunidades para que la gente se pueda desarrollar y con nuestro proyecto lo que queremos decir es que sí se puede, que organizaciones como las nuestras estamos aquí para ayudar", concluye Altuve.

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