Captura de pantalla
“Mis amigos eran esos chicos que matan gente”, agregó al canal Telemedellin. A sus 13 años solo pensaba en pertenecer a una de las pandillas de aquel barrio localizado en la segunda ciudad más grande de Colombia, y que durante los años 80 era considerada como la ciudad más violenta del mundo.
Isabel y Andrea pasaban tiempo con grupos de jóvenes que se dedicaban al narcotrafico y que eran conocidos por los asesinatos que cometían; ellas los respetaban dice, la razón era solo una: tenían el dinero que ellas necesitaban.
TE PUEDE INTERESAR: Tres salvadoreños son protagonistas en película de surf lanzada en plena cuarentena
Isabel relata que empezó a juntarse con ellos y dejó de practicar deportes porque su mamá, doña Isabela Benítez, no le ayudaba para comprar lo necesario. “Pensaba, mi mamá no colabora”, dijo en 2013 al canal.
El día que Andrea murió, fue decisivo para su vida, a partir de esa fecha todo dio un giro de 360 grados. Empezó a entrenar y ahora es una de las seleccionados de Rugby de Colombia. Pese a que en 2010 este deporte era poco conocido en Colombia, Isabel se decanto, se enamoró de la disciplina, las rutinas, los entrenos y los ejercicios físicos que este demanda.
En 2013 se preparaba para iniciar su carrera en Psicología en la Universidad San Buenaventura, donde recibió una beca. “Quiero especializarme en sexualidad”, añadió.
“Cada vez que habla de rugby, habla de Andrea, como si las dos cosas no pudieran separarse”, relata la BBC, y es que su vida empezó de nuevo a partir de estos dos hechos.
“Soy deportista, muy peliona, muy mal geniada, pero muy buena gente, a veces muy perezosa, a pero muy disciplinada con mi deporte”, dice ahora mientras se le dibuja en el rostro una enorme sonrisa.
Nueve años después del inicio de su nueva vida los sueños siguen en aumento
“Quiero convertirme en ser la mejor, ser mejor persona, ser la mejor sexóloga que puedan conocer, en ser la mejor en todo”, sentenció en H13Noticias.