SAN LUIS TALPA. Con un parecido físico con su hija, Paulina Zamora, y junto a un ramo de rosas, la madre de la campeona panamericana, Roxana de Zamora, la esperaba ansiosa y orgullosa del logro de “Nina”.
“Súper orgullosa, emocionada, porque ha sido algo histórico, un regalo que Paulina le ha dado a El Salvador. Dentro de tantas noticias negativas, es bien bonito y se siente una gran alegría para el país. De manera personal, súper feliz”, dijo.
Cómo vivió la competencia, se sinceró que le costó porque no la transmitieron en televisión local, así que pudo seguirla en web y por un facebook live. Pero de ese momento, contó: “Las mamás sabemos todo lo que sufren los atletas, todo el esfuerzo, el empeño que ponen por hacer un buen papel. Paulina es una persona que se exige, perfeccionista. Siempre me decía que no quería llevar una pieza buena, sino una ganadora y la vi día a día, luchando, esforzándose, trabajando y con sed por la medalla”.