El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, subrayó este lunes ante la polémica por la expulsión de Australia del tenista Novak Djokovic que las reglas están para cumplirse y aseguró que si el serbio quiere competir en España, deberá cumplir las que estén vigentes en el país.
"Si esas son las normas que ha aprobado el Gobierno australiano, tienen que ser cumplidas. Absoluto respeto y apoyo a las decisiones que se han tomado", añadió Sánchez ante la expulsión del tenista serbio de ese país.
Al recordarle las palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en las que afirmó que "sería un gran reclamo" que Djokovic pudiera jugar en el Mutua Madrid Open, aunque precisó que será el Gobierno el que deberá determinar si cumple las normas, Sánchez repitió el mismo argumento.
"Sin ánimo de polemizar, otro tanto de lo mismo: las normas sanitarias están para cumplirse", repitió.
Tras recordar las palabras del tenista Rafael Nadal, en las que ante esta polémica hizo hincapié en el sufrimiento que está provocando la pandemia en la población, reiteró que "cualquier persona, se llame de una manera u otra, tenga el oficio que tenga y sea deportista de alto nivel o no, tiene que cumplir con las normas sanitarias del país".
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Y eso es lo que ha garantizado que hará cualquier deportista que aspire a competir en España, "cumplir con las normas sanitarias de España".
Lacoste pedirá cuentas a Djokovic
Por su parte, la marca de ropa Lacoste, patrocinador principal del número uno del tenis, le pedirá cuentas por la polémica de los últimos días en Australia, de donde finalmente fue expulsado por no cumplir los requisitos de vacunación del país.
"En cuanto sea posible contactaremos con Novak Djokovic para revisar los acontecimientos que han marcado su presencia en Australia", indicó en un comunicado la casa del cocodrilo, que el serbio luce en su pecho desde que en 2017 firmó un multimillonario contrato y abandonó la japonesa Uniclo.
Lacoste es el primero de los patrocinadores de Djokovic que muestra su descontento con la actitud del tenista, cuya negativa a vacunarse le impidió defender su título en el Abierto de Australia, donde aspiraba a lograr su 21 Grand Slam y convertirse en el tenista con más "grandes", por delante del español Rafa Nadal y del suizo Roger Federer.
Djokovic regresó a Serbia después de once días de controversia deportiva, judicial y diplomática por su oposición a vacunarse contra la covid-19. Allí fue recibido por su familia y numerosos aficionados serbios.
El resto de los patrocinadores de Djokovic, por ahora, no se han pronunciado sobre esta polémica.