Con 5 años jugando ya en la NBA, Caris LeVert ya estaba acomodado a su equipo, los Nets de Brooklyn. Pero la vida le dio un vuelto, y muy positivo.
Y es que, en el megatraspaso que derivó con la llegada de James Harden a los Nets, procedente de los Rockets de Houston, LeVert se vio envuelto en un canje en el que no quería participar.
Sin embargo, los equipos en la NBA tienen la potestad de negociar esos cambios y de realizarlos, bajo algunas premisas que incluyen salarios, sin que los jugadores involucrados estén del todo de acuerdo.
Al final, ese cambio le llevó a LeVert a los Pacers de Indiana y, con los protocolos normales de atención médica previo a firmar el traspaso, los galenos de este equipo vieron algo extraño en sus exámenes.
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Eso llevó a considerar estudios más profundos hasta que dieron con un problema que nadie imaginaba. Y es que LeVert ha jugado todos los partidos de esta temporada, y, además, acaba de estar sin nungún problema en un encuentro antes de ser cambiado de equipo.
Los médicos le detectaron al jugador, de 26 años, un tumor cancerígeno en un riñón, tras el acuerdo del 13 de enero.
“No tenía ningún síntoma. No me había perdido ningún partido. Me sentía 100% saludable”!, dijo el jugador. “El cambio de equipo permitió ver lo que estaba pasándole a mi cuerpo. Desde ese punto de vista, pienso que el traspaso ha podido salvarme la vida a largo plazo”, dijo el nuevo escolta de los Pacers, que fue operado este martes pasado en el Community Hospital North, en Indianápolis.
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