Los escándalos en la NBA no son raros. El último del que se habló mucho fue del caso del “gordo” James Harden, que se iba de parranda, violaba protocolos de seguridad del COVID-19 y terminó forzando su salida de los Rockets de Houston, a donde ya no quería estar, para marcharse a un equipo a donde cree que puede obtener el anillo de campeón.
Su destino fue Brooklyn, tras un paso por Boston. En los Nets juega su amigo y campeón Kevin Durant, así como otro ganador del anillo, Kyrie Irving, quien lo consiguió con los Cavaliers junto a LeBron James en el pasado.
De manera increíble, tras ello, Irving se peleó con medio equipo y pidió su traspaso, hasta llegar eventualmente a unos Nets que ahora prometen luego del retorno a las canchas de Durant tras una durísima lesión en el talón de Aquiles, más el arribo de James “La Barba” Harden.
Es un tridente muy temido, pero en el caso de los últios dos, Harden e Irving, también temen sus indisciplinas. Y es que, a las sonadas noticias de Harden, ahora se suman las de Irving.
Siempre polémico por pelearse con compañeros, resulta que Kyrie se “perdió” por diez días y no daba razón de qué le pasaba. Su ausencia se resumía en “problemas personales”, y, cuando volvió, dijo estar feliz, que todo iba bien, y que no hablaría del tema.
Eso sí, las gracias le costaron 462,000 dólares, ya que eso le descuetan de cada partido que se pierde, según está establecido en su mega contrato, aunque con lo que gana no le ha de doler mucho.
El base tiene un contrato por 105 millones de dólares durante tres años con el cuadro de Brooklyn.
Lo increíble es que, en más de 10 días que desapareció, no hubo noticias de él, y no, no fue porque tuviera COVID-19. De ser así, habría estado en la lista de bajas por esa causa que oficializa la liga, es simplemente que no da razones.
Ya en el pasado le habían sancionado con 25,000 por no atender a la prensa en las convocatorias del equipo. “Rezo para que utilicemos el dinero para las comunidades necesitadas, especialmente viendo dónde está nuestro mundo actualmente. Estoy aquí por la paz, el amor y la grandeza. Así que deja de distraerme a mí y a mi equipo, y aprecia el arte. No hablo con peones”, dijo en su momento en un extraño mensaje.
Al parecer, andaba de fiesta por el cumpleaños de una hermana, por lo que se le multó también por violar protocolos en medio de la pandemia con 50,000.
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