El mundo del deporte se mide, inevitablemente, por resultados. De nada vale al final decir este es muy bueno o aquel, si eso no significó títulos.
Por ello, para muchos, el salvadoreño Mágico González no entra en el debate de los mejores jugadores, más allá de su extraordinaria magia, simplemente porque no ganó nada importante.
Por ello se le ha criticado tanto a Messi que, siendo un súper fenómeno que ganó de todo, no lograra nada importante con Argentina… bueno, se quedó a un paso en la final del Mundo que perdieran ante Alemania.
Sin embargo, hay una situación sumamente curiosa que ocurre en el baloncesto. Cuando el debate por el mejor de todos los tiempos surge entre Kobe Bryant y LeBron James, junto con Michael Jordan como parámetro. La discusión acaba por la cantidad de títulos.
Y es que el de los Bulls de Chicago ganó seis anillos de campeón, uno más que los que consiguió Bryant (todos con los Lakers), y dos más que James (2 con el Heat, Cavaliers y Lakers).
Sin embargo, hay un jugador que consiguió siete títulos, y que recién acaba de recordarle a todo el mundo ese hecho al darle la bienvenida al club de los siete a Tom Brady, quien ganó su séptimo anillo de campeón pero en la NFL, con los Buccaneers de Tampa Bay.
Lo curioso es que nadie se acuerda de él. Antes están múltiples glorias, pero mucho antes que un tal Robert Horry. Sí, es bien difícil que aparezca en el baúl de los recuerdos.
Pues bien, este alero consiguió siete títulos de la NBA, dos con los Rockets de Houston (1994, 1995), tres más con los Lakers de Los Ángeles (2000, 2001, 2002) y sus últimos dos con los Spurs de San Antonio (2005 y 2007).
Además, vale aclarar que, si bien no era la estrella de todos estos equipos, jugó siempre un papel fundamental con canastas clave, con aporte en todas las facetas de juego y, en algunos encuentros, incluso fue la figura clave que inclinó la balanza para el título.
Cuando Tom Brady ganó su séptimo anillo de campeón de la NFL, (seis con los Patriots de New England), el pasado domingo, Horry le envió un comentario a través de Twitter con una imagen de un meme de spiderman y las letras: Felicidades Tom Brady, bienvenido al club de los 7″.
“Más de la mitad de las veces me siento menospreciado porque creo que la gente realmente no aprecia lo que hice”, declaró en su momento este jugador. Una parte de mí se enfada porque creo que la gente realmente no respeta lo que hice y realmente no entienden lo que pude lograr. Siempre se duda si fui parte importante o no (de los títulos)”, contó en una entrevista Horry.
Un factor sumamente importante para cada uno de los equipos en los que militó fue que cobraba muy poco en relación a lo que aportaba y a lo que pagaban esos equipos por sus estrellas consagradas, lo que permitía mantener las finanzas estables. Era, además, un trabajador callado, que respondía en momentos cumbre, con disparos que a cualquiera le hubiesen hecho temblar las piernas o evadir responsabilidades. Un ala-pívote muy atlético, pero con una puntería de lejos que no se observaba – o muy poco – en esa ópoca.
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