Sin compañeros súper estrella que le echen la mano, y con un Draymond Green tirado a la “desgracia” en cuanto a lo que producía antes y lo que da ahora al equipo, Stephen Curry sigue demostrando por qué fue múltiple campeón de la NBA y Jugador Más Valioso.
En una campaña en la que nadie daba nada por el equipo, una vez más, tras tremendas bajas y lesiones, Curry sigue tirando del carro de los Warrios de Golden State y los tiene en zona de clasificación de playoffs.
Es cierto, están octavos en la Conferencia Oeste con balance de 15-13, pero muy de cerca de los Denver Nuggets (15-12), los Spurs de San Antonio (16-11) los Suns de Phoenix y los Trail Blazer de Portland (ambos con 17-10).
¿Cómo lo ha hecho prácticamente sin ninguna otra figura en el equipo? Pues con récords. Así de simple. El base armador se ha convertido apenas en el segundo jugador en la historia de la NBA en firmar al menos 10 partidos consecutivos con 25 o más puntos y con porcentaje de acierto de al menos el 50.
Esto sólo lo había conseguido en el pasado un tal Michael Jordan, multicampeón con los Bulls de Chicago, con los que obtuvo seis anillos. Curry ya ganó tres anillos de campeón, en 2015, 2017 y 2018, todos con los Warriors, y, aunque está lejos en otros apartado de Jordan, ya hubiera querido este tener la puntería de tercera dimensión que ostenta el hombre récrod de más triples anotados en una temporada, más partidos seguidos en temporada regular con al menos un triple, más puntos anotados en una prórroga, y más triples firmados en una final.
Jordan consiguió los números de 25+ y al menos 50% de efectividad en la campaña 95-96, y, de manera especial se recuerda un juego ante Dallas, en el que metió 57 tantos con un 61.3% de acierto, incluidos, sí, 11 triples para un 57.9% en ese rubro.
Bueno, Curry en sus pasados 10 juegos ha metido: 36, 27, 40, 32, 32, 57, 38, 28 y 27 puntos, con porcentajes obscenos de efectividad: 68%, 59%, 54%, 55%, 59%, 61%, 53%, 57%, 65% y 50%, respectivamente.
En la campaña, el base de los Warriors promedia nada menos que 30.1 puntos por duelo, 5.3 tablas, 5.9 asistencias y 1.2 robos, con un 49.9% de acierto de campo en 28 juegos disputados, números muy parecidos a cuando, en 2015-16, fue elegido de manera unánime el MVP, lo que ocurrió por primera vez en la NBA. En esa época, tuvo 30.1 tantos por duelo y 50.4% de efectividad. ¿Pinta para MVP de nuevo?
Muchos dirán que no, porque no la clava, ni su equipo parece contendiente a luchar por un título, quizás incluso no logren entrar en playoffs. Pero lo cierto es que las estadísticas no mienten, y Curry ya tiene un espacio reservado en la historia como lo hizo Jordan en su momento. Eso sí, ya con 32 años y con los compañeros que tiene hoy por hoy, se ve difícil que pueda acercarse a la cantidad de títulos de Michael.
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