Los Dodgers de Los Ángeles consiguieron su séptima corona de las Grandes Ligas después de 32 años y, como era de esperarse, los aficionados se tomaron las calles de la ciudad para festejar, luego que el equipo se impusiera por 3-1 la noche del martes a los Rays de Tampa, en el sexto partido de la serie que se llevaron por 4-2 al mejor de 7 duelos.
Tras el triunfo, poco a poco al inicio, pero rápidamente después de una media hora desde que terminó el encuentro, las calles californianas se fueron llenando de gente que salió a celebrar el campeonato.
Mientras algunos celebraban con tranquilidad, los grupos se fueron armando y todo comenzó a salirse de control. Lo primero en violarse fue el distanciamiento social requerido debido a la pandemia del Coronavirus.
Josep María Bartomeu, de hombre providencial a ser el foco de críticas y forzado a su renuncia del BarcelonaPero luego, varios fanáticos sacaron fuegos artificiales – a saber de dónde – que son prohibidos en Los Ángeles y comenzaron a detonarlos. Incluso se observaron desde las alturas de las colinas donde están las lujosas mansiones.
Durante la madrugada, los festejos se prolongaron y algunos hasta montaron improvisadas fogatas en medio de las calles, todo un “deschonge”. Mucha gente también salió a celebrar en sus coches, más prudentes, por el tema del Covid-19.
Algo similar ocurrió cuando los Lakers se coronaron campeones de la NBA. En esa ocasión, hubo hasta destrozos en las calles y la policía también tuvo que intervenir.
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