Mike Tyson y las maratones de sexo que lo hicieron perder su primer combate de boxeo

La icónica derrota, ante el boxeador James Douglas, marcó un antes y un después en su carrera

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En noviembre pasado, Tyson regresó al cuadrilátero para una pelea de exhibición contra Roy Jones Jr. Foto: EFE / Foto Por EFE

Por Fernando Medina

2021-02-16 11:36:57

Mike Tyson fue un tiempo el mejor boxeador del mundo a finales de la década de los ochenta y comienzos de los noventa. Tyson es uno de los deportistas que más aparecieron en los titulares de la prensa a finales del siglo XX, no solo por sus éxitos dentro del cuadrilátero, sino por su conducta fuera de él.

Su fama, su imbatibilidad y popularidad, lo metieron en un mundo de excesos; y poco a poco, el estadounidense fue decayendo en su carrera. En 1990, con un récord de 37 victorias y cero derrotas, Tyson por fin cayó a la lona, por culpa de su alocada vida.

Fue el campeón mundial de peso pesado más joven de la historia, pues apenas tenía 20 años cuando se alzó con la victoria. A finales de los 80 y comienzos de los 90 obtuvo los tres cinturones mundiales, además de ser el campeón del Consejo Mundial de Boxeo entre 1986 y 1990.

Hace ya 31 años, el 11 de febrero de 1990, James Douglas le arrebató los títulos de la AMB, CMB y FIB de la categoría de pesos pesados a Mike Tyson, venciéndolo en el décimo asalto en una pelea en Japón.

Mike Tyson (izq.) en la pelea con Roy Jones Jr. Foto AFP

El mismo Mike lo explicó en su autobiografía: una maratón sexual en tierras niponas fue la causante de que Tyson llegara en bajo rendimiento y sin mucha preparación.

“El 8 de enero de 1990, subí a un avión para volar a Tokio. Pateando y gritando. No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. No consideré a Douglas como un gran desafío. Ni siquiera me molesté en ver ninguna de sus peleas en video. Yo había vencido fácilmente a todos los que lo habían noqueado”, dijo Tyson.

Tyson no tuvo que salir de su hotel en Tokio. Fue allí donde desató una fiesta sexual con otras mujeres, a pesar de que había viajado con su esposa a la pelea.

“Además de tener sexo con las sirvientas, estaba viendo a esta joven japonesa con la que había tenido sexo la última vez que estuve en Japón. Robin (su esposa) salía de compras y yo bajaba a la parte trasera del hotel donde esta joven tenía una habitación… Así que ese fue mi entrenamiento para Douglas”, explicó el estadounidense.

Mike no podía parar, sin importarle que estaba a horas de una trascendental pelea: “El día antes de la pelea también tuve dos sirvientas al mismo tiempo. Y luego dos chicas más, una a la vez, la noche antes de la pelea”, confesó.