El tenista salvadoreño Chelo Arévalo ganó el Grand Slam de su vida: ¡se casó!

El salvadoreño se casó con la también extenista Lucia Kovarcikova, flamante novia y madre de su pequeño hijo Marcelito Jr.

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Marcelo Arévalo se casó este fin de semana con su novia Lucia Kovarcikova, mamá de su hijo. Foto / Captura de pantalla @ccamejoc

Por Varinia Escalante | Twitter: @VSkalanT

2020-11-30 5:45:32

Un triunfo más. No solo en la cancha gana, afuera también, y para la vida. El tenista Marcelo “Chelo” Arévalo, raqueta número uno del país, compartió en sus redes la felicidad de su boda con la eslovaca Lucia Kovarcikova.

El sonsonateco mostró en sus historias de instagram, a sus seguidores, la alegría de un casamiento realizado entre familiares y amigos, en la ciudad de Miami, Florida, el sábado. Fueron las storys de los asistentes a la boda las que revelaron el acontecimiento.

En las instantáneas, se puede ver a Arévalo, quien se encuentra ranqueado número 52 del mundo de dobles, en la ATP, y es 441 del singles, desbordando alegría al igual que su flamante y rubia esposa, quien también fuera tenista, que se ha dedicado al modelaje, y ahora es la madre de su hijo: Marcelo Junior.

Marcelo Arévalo se alzó con su vigésimo título Challenger, un torneo grande en Italia

Los rostros de los ahora esposos ante la ley Arévalo-Kovarcikova se ven a plenitud. Incluso, algunos vídeos de la pareja bailando, los muestran enamorados. Algo que también transmitió Chelo cargando en brazos a su hijo y en los emotivos abrazos con sus padres y hermanos.

Marcelo Arévalo se casó y estuvo acompañado de su familia. Foto / Cortesía

A la boda, asistieron tenistas con quienes ha jugado con él y quienes se han convertido en familia para el nacional, que este año lo cerró disputando el ATP 250 en Sofía, Bulgaria. Tanto el día previo como un despedida entre amigos, y durante el casamiento, se vio la asistencia del mexicano Miguel Reyes-Varela, el venezolano Roberto Maytin y el chapín Christopher Díaz, todos enmarcados en fotografías.

Ya el 12 de julio de 2019, el menor de los hermanos Arévalo había publicado -también su IG- que había unido su vida a Kovarcikova, con imágenes que quedaron plasmadas con el mensaje: “Muy feliz de unir nuestro amor con mi esposa”, lo cual tuvo mucha repercusión entre sus más de once mil seguidores.

Marcelo Arévalo se casó este fin de semana con su novia Lucia Kovarcikova, mamá de su hijo. Foto / Captura de pantalla @ccamejoc

Además, el 30 de abril también de ese año, algunos meses antes, el tenista dio a conocer que sería padre con una sesión de fotos de embarazo en la playa, con su amada esposa: “Feliz de poder anunciar esta bendición que Dios nos ha mandado. Marcelito viene en camino”, posteó. Por lo que la secuencia del camino, para esta nueva etapa de la vida del atleta nacional, sigue estando intacta y con paso seguro.

Marcelo compartió postales de su boda en su cuenta de Instagram. Foto/Captura de pantalla

En noviembre de 2019, Chelo contó a Cancha cómo se conoció con su ya legítima compañera de vida. “Lucía y yo, prácticamente, casi somos de la misma edad. Yo soy un año mayor (30) que ella. Jugamos el Circuito Junior juntos. Pero, en esa época, nos conocíamos nada más de vista, ni siquiera teníamos idea de que íbamos a terminar juntos, ni nada”, relató.

Marcelo compartió postales de su boda en su cuenta de Instagram. Foto/Captura de pantalla

“Nos conocimos cuando me decidí salir de la universidad, y me fui a Miami, a entrenar, y empecé a jugar torneos profesionales. Ella trabaja con un club de tenis, con unas niñas, y ahí nos conocimos; porque, para mi sorpresa, yo también iba a entrenar a esas canchas. Ella estaba ahí y así fue como nos vimos, comenzamos a hablar, y a recordar esos torneos que nos vimos, y así fue como comenzamos a salir”, detalló.

Marcelo Arévalo se casó y estuvo acompañado de su hermano Rafael (primero, de izquierda a derecha) así como de otros tenistas, como Miguel Reyes-Varela. Foto / Captura de pantalla @elsanmaytin

Sin duda, una historia de lujo del tenis que comenzó con amor y ahora forma una familia más. Una entre El Salvador y Eslovaquia, y que será para siempre.